La música sonará en el Ágora mientras les Arts sigue mudo

La música ha dejado de sonar a lo grande en el Palau de les Arts de Valencia para poder restaurar la cubierta deteriorada y afectada por riesgo de desprendimientos. Pero otras músicas sonarán dentro de veinte días en la vecina Agora, el último de los colosales edificios que Santiago Calatrava diseñó para el viejo cauce del Turia. Los gestores del Agora siguen ensayando nuevos usos para un contenedor todavía sin definir.

Miembros del grupo La Unión y Carlos Segarra, líder de Los Rebeldes, junto al director general de Turismo de la Generalitat Valenciana, Sebastián Fernández, han presentado en la feria internacional del turismo, Fitur, la segunda edición del Iberia Festival, que tendrá a media docena de pesos pesados del rock español como protagonistas.

El espectáculo, que tendrá una duración de doce horas, contará con la participación de  intérpretes y grupos como Loquillo, MClan, La Guardia, Celtas Cortos, Seguridad Social, Danza Invisible, Los Rebeldes o La Unión. Se celebrará el 15 de febrero. La primera edición del festival, en la plaza de toros de Benidorm, reunió a más de 6.500 espectadores.

Previamente, el Ágora acogerá del 28 de febrero al 2 de marzo la feria Educare, un salón dedicado a la oferta educativa, en el que la Consejería de Educación participará con un stand de 200 metros cuadrados. 

La versatilidad y la baja utilización son dos características de un edificio que costó 100 millones, más del doble de lo presupuestado incialmente y abrió sus puertas en 2009 con el  Open 500 de Tenis de Valencia y la cubierta sin terminar. Tras este estreno fugaz se reanudaron las obras inconclusas.

 Aparte de la competición tenística, los 5.000 metros cuadrados de superficie y los 70 metros de altura del Ágora han servido para celebrar la Campus Party, la semana de la moda de Valencia, las actividades navideñas de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y algunas fiestas y eventos de cariz diverso.