‘La predicación de San Juan Bautista’ de Cranach, nueva obra invitada

El Museo de Bellas Artes de Bilbao, con el patrocinio de la Fundación Banco Santander, expone desde este miércoles la pintura La predicación de San Juan Bautista, del pintor y grabador Lucas Cranach el Viejo (Konach, Alemania, 1472-Weimar, Alemania, 1553) dentro del programa La obra invitada, que permite mostrar de forma temporal préstamos de otras colecciones. Este óleo sobre tabla de 47 centímetros de alto por 38 de ancho recoge un pasaje evangélico "absolutamente infrecuente en la producción de Cranach", según ha explicado el director del museo, Javier Viar.

La pintura refleja el interior de un bosque. A la izquierda se sitúa san Juan Bautista subido en un tronco podado como si fuera improvisado púlpito, con una rama cruzada que le sirve como protección para no caer hacia delante. Tres cuartas partes del cuadro lo componen diez oyentes de pie que escuchan atentos y ensimismados a Bautista, a los que se suman tres caballeros al fondo formando una especie de embudo que le otorga una visión de profundidad a la obra.

La predicación de San Juan Bautista se ha colocado junto al cuadro Lucrecia, también de Cranach, una pieza adquirida por el museo en 2012. "Son piezas de distinta época, separadas por algunos años de ejecución y por lo tanto se complementan estupendamente", afirma Viar. En este sentido, destaca que la iconografía y su realización "son muy diferentes" por lo que el espectador puede ver las diferentes facetas del pintor.

Para el director gerente de la Fundación Banco Santander, Borja Baserra, tener las dos piezas en la misma sala "es como tener un espejo". Dos obras "muy distintas", una de carácter religioso que se contrapone con otra que "sería una sorpresa -considera-- para quienes tuvieron ocasión de verla", en relación al cuerpo desnudo de Lucrecia.

Aunque inicialmente los expertos dataron La predicación de San Juan Bautista en los años 1518-1520, la presencia del dragón o serpiente alada con las alas bajas como firma del autor, obligaron a fecharla después de 1537. Esto se de debe a que, inicialmente, Cranach adoptó como seña de identidad el dragón en 1508, tomándola del escudo de armas que le concedió Federico el Sabio, duque de Sajonia, para el que trabajaba en Witternber. Las alas del reptil aparecen levantadas en la mayoría de sus obras hasta 1537, año en el que murió su hijo mayor Hans. La muerte de Hans le abatió profundamente y desde entonces firmó sus cuadros con las alas bajas.