“He lamentado ser aforado”

Una de las cuestiones que más llamaron la atención en la declaración vespertina de Rafael Blasco fue una afirmación sobre su condición de aforado por ser consejero y diputado autonómico cuando se estaba investigando la causa. En una respuesta a su abogado defensor, declaró: “He lamentado ser aforado porque, si no lo hubiera sido, me habrían intervenido el teléfono”, dijo a modo prueba de que no tenía nada que ocultar. Blasco aparece en algunas grabaciones al ponerse en contacto con él otros procesados que sí fueron intervenidos.

Entre el público de la sala se hallaba la diputada de Compromís, Mireia Mollà, que a la salida expresó su asombro: “¿Cómo puede decir eso si hemos visto las imágenes en que aparece, precisamente, hablando desde cabinas de teléfonos?”. “¿Y por qué iba en busca de las cabinas?”, se preguntó la diputada a propósito de varias fotografías publicadas por el diario Levante del exconsejero durante la instrucción del caso.

A la salida también se produjo un momento de tensión cuando un matrimonio de Torrent, de “ciudadanos indignados”, se dirigió al exconsejero profiriendo gritos en valenciano como “Lladre” (ladrón), “No tens vergonya per furtar als més pobres” (No tienes vergüenza por robar a los más pobres), además de acusarle de mentir. Mientras tanto, Blasco continuó hablando con los periodistas y tan sólo hizo una referencia a la educación. “En estos días he tenido innumerables muestras de apoyo y solidaridad de mucha gente”, manifestó, aunque no respondió al ser interpelado por si incluía al PP. Sí mostró su respaldo el arquitecto José María Lozano, colaborador de su esposa, Consuelo Ciscar, directora del IVAM, que no ha asistido a la vista, a diferencia del juicio del caso de los trajes a Francisco Camps.

La comparecencia de Blasco congregó por la mañana una protesta a las puertas del TSJ, convocada por la Coordinadora Valenciana de ONGD, que reclama “justicia” y que se acabe la "impunidad". Decenas de personas, entre ellos trabajadores de RTVV, participaron en el acto. Blasco llegó con mucha antelación y no pudo ser increpado.