Detenido el presunto asesino del Born, acusado de doble homicidio
El arrestado tiene 20 años y cuenta con tres antecedentes leves
Los resultados de la prueba de ADN llegaron este jueves pasadas las seis y media de la tarde, y permitieron confirmar algo que ya sospechaban: ese joven de origen marroquí, de unos 20 años, que tenían en la comisaría desde primera hora del miércoles era, presuntamente, el asesino del Born. La muestra de sangre que tomaron de sus pantalones correspondía a la sangre del hombre de 64 años, que había sido degollado el martes en el centro del Born, el corazón turístico de la ciudad, según decía el análisis de los restos.
Desde ese momento, el joven, que había sido detenido por un delito de lesiones, después de golpear con un palo a un indigente en la plaza Real, pasó a estar acusado de un doble homicidio, uno de ellos en grado de tentativa.
Así se cerró una historia extraña, difícil de explicar, que ha tenido en vilo a los vecinos del Born. Empezó el martes por la tarde, poco antes de las siete. Un joven que caminaba vociferando por la calle de Banys Vells, comiéndose un bocadillo, se abalanzó sobre un hombre de 67 años y le acuchilló en el cuello. Los testigos de aquello describieron a un joven enardecido, lanzando repetidas cuchilladas al cuello de su víctima.
Viéndose rodeado, huyó por las calles serpenteantes del barrio, hasta que a escasos metros acuchilló de nuevo a un hombre de 64 años. Pero en esta ocasión le degolló. Cuando llegaron los servicios médicos al lugar, el hombre estaba ya muerto. Los vecinos aseguraron que había intentado frenar al fugitivo, y que por eso le atacó.
En el peinado de la zona, encontraron a un sospechoso que se correspondía con la descripción
A partir de ese momento empezó la búsqueda de la policía. Tenían solamente una descripción: un hombre joven, de origen magrebí, de cerca de 1,70 metros, que vestía de negro, y que se comportaba como si fuese un perturbado o fuese drogado. En el peinado de la zona, encontraron a un sospechoso que se correspondía con la descripción y lo llevaron ante los testigos, para que lo identificasen. “Pero incurrieron en contradicciones”, explicó ayer una fuente cercana al caso. Eso obligó a la policía a dejar suelto al joven que, sin saberlo, era el presunto asesino.
Pero horas después, ya de madrugada, toparon de nuevo con él. Agentes de la Guardia Urbana recibieron un aviso de que un hombre había golpeado con un palo a un indigente que estaba en la plaza Real. Al verle y reconocerle, saltaron las alarmas y le llevaron directamente a la comisaría de Les Corts de los Mossos d’Esquadra, detenido por lesiones. Ahora ya sí podían cachearle, y al hacerlo, descubrieron la mancha que ha sido fundamental para poder acusarle de los crímenes: tenía restos de sangre de la segunda de las víctimas.
El móvil del crimen sigue siendo todavía una incógnita. Inicialmente, los vecinos de la zona pensaron en lo más fácil en un barrio como el Born, donde abundan los turistas: un robo. Pero fuentes policiales descartaron enseguida esa hipótesis. El joven cuenta con tres antecedentes leves, del mes de septiembre, por desobediencia y resistencia a la autoridad y sustracción indebida.
El primero de los heridos, el hombre de 67 años, que recibió varias cuchilladas en el cuello recibió ayer el alta médica del hospital Clínic, donde permanecía ingresado. En su caso, fue clave el auxilio de los vecinos, que le taponaron la herida. Su declaración también ha sido un elemento fundamental.
El terrible incidente en una zona como la del Born, el día que se daba el pistoletazo de salida a las rebajas, llevó a los comerciantes y lugareños de la zona a pedir más seguridad. Aunque todos admitieron que las patrullas de policía —tanto de Mossos d’Esquadra como de Guardia Urbana— son habituales, aprovecharon para pedir más cámaras en algunas de las callejuelas típicas de la zona.
Incluso el alcalde de la ciudad, Xavier Trias (CiU), se apresuró a salir y pedir a los ciudadanos que confiasen en los Mossos, que en breve darían con el culpable. Además, añadió que las dos terribles agresiones a manos, aparentemente, de un perturbado, podrían haber ocurrido en “cualquier ciudad o país”. El caso, que parece ya cerrado, sigue bajo secreto de sumario.
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