La cabalgata blindada

Málaga vivirá este año una cabalgata de Reyes distinta. El atropello mortal de un niño de seis años en el desfile de 2013 por una de las carrozas ha modificado la preparación del cortejo, que cambia de recorrido para evitar calles estrechas y refuerza la seguridad, tanto en los vehículos como en el propio itinerario. No es la única ciudad española que ha introducido cambios basándose en el decálogo orientativo de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) a raíz del accidente, pero es el punto que más atención concentra. El suceso conmocionó a la sociedad malagueña. La muerte del pequeño Miguel fue un drama que se acrecentó pocos meses después con el fallecimiento de forma súbita de su madre a causa de una cardiopatía. El padre continúa buscando responsables y reclama al Consistorio, organizador del evento, una indemnización de 312.100 euros por las dos pérdidas.

“Es lo único que le queda”, explican fuentes de la representación legal del padre, forense de profesión. Él le practicó los primeros auxilios a su hijo tras ser atropellado a los pocos minutos del inicio de la cabalgata. Murió antes de llegar al hospital. El niño se agachó a coger caramelos y fue arrollado cuando el desfile reanudó la marcha, versión oficial que la familia refuta con el testimonio de un testigo que asegura que fue la carroza la que golpeó al menor y la que le hizo caer al suelo.

La reclamación por responsabilidad patrimonial de la Administración, registrada el 30 de diciembre, es el paso previo a un recurso contencioso-administrativo, que se presentará si el expediente no se resuelve favorablemente. El escrito se sustenta en que no se adoptaron “las medidas de seguridad elementales” y se redacta tras agotarse la vía penal.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha declarado que estudiará esta petición, pero que el caso de la madre “es opinable”. La FEMP constituyó una comisión técnica para establecer mecanismos que minimicen los riesgos en este tipo de eventos (no se trata de una normativa, sino de recomendaciones) a las pocas semanas de la Navidad pasada. El objetivo era regular actos públicos o espectáculos con asistencia masiva de gente que utilicen vehículos a motor o remolques, no solo las cabalgatas de Reyes. El grupo se constituyó a instancias del Ayuntamiento de Málaga e incluyó a expertos en Tráfico, agentes de la Policía Local y miembros de Protección Civil de distintas ciudades españolas.

“Fueron meses de reflexiones sobre lo que debería incorporarse o no”, recuerda Julio Andrade, concejal de Seguridad de Málaga y vicepresidente de la Comisión de Seguridad y Convivencia Ciudadana. El resultado fue el decálogo orientativo Cabalgata segura.

Los Reyes Magos pasearán este año por la capital malagueña por avenidas más amplias y del recorrido han sido excluidas calles tan emblemáticas del centro histórico como Larios o Granada. Todas las carrozas contarán con un sistema de protección perimetral, con semicilindros de espuma de poliuretano, que terminan a una distancia de 15 centímetros del suelo. Este mecanismo, que se basa en un proyecto realizado por la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Málaga, persigue que nadie pueda introducirse bajo del vehículo.

El dispositivo de seguridad se refuerza y 165 agentes de la Policía Local y unos 50 voluntarios de Protección Civil se encargarán de controlar el desfile para que transcurra sin incidentes. Se ha elevado a ocho años la edad mínima de los niños que pueden subir a las carrozas (la máxima de los adultos es 55) y solo los mayores podrán lanzar caramelos. Los vehículos estarán dotados de un equipo de cinco walkie talkies para facilitar la coordinación y cada carroza irá escoltada por dos agentes (la de los Reyes, por cuatro), además de por varios voluntarios acreditados.

“El año pasado no se tomaron determinadas medidas de seguridad. Y son tan importantes, que se van a adoptar ahora”, precisan las fuentes cercanas al padre del menor atropellado. Por eso se reclama una indemnización por mal funcionamiento de la Administración. Por ejemplo, según la versión recabada por la familia de algunos testigos, el lateral de la carroza no estaba vigilado.

La vía administrativa se inicia tras extinguirse la penal. El juzgado archivó la investigación y la Audiencia de Málaga dio carpetazo al asunto al entender que en todo caso se trataría de una “imprudencia civil”. El padre del niño también reclama una indemnización por la muerte de su esposa, ocurrida a finales de abril, que vincula a la depresión y al estrés emocional que le causó el trágico suceso de su hijo.