La Iglesia incumplió un acuerdo para renovar el sistema eléctrico de A Barca
Se comprometió con el Gobierno a gastar 60.000 euros en mejorar el cableado
El origen del incendio que destruyó el santuario de Nosa Señora da Barca de Muxía, la mañana del día de Navidad, fue un rayo que afectó a la instalación eléctrica de la iglesia, según afirmó ayer el alcalde de la localidad, Félix Porto, citando informaciones de la Guardia Civil. El templo había sido objeto de obras de rehabilitación por parte del Instituto de Patrimonio Cultural de España, que afectaban al exterior del edificio e incluían también la recuperación del enlosado original del siglo XVII, oculto bajo un artificioso solado de terrazo. El Arzobispado, que recepcionó la obra hace unos meses, incumplió, sin embargo, su compromiso de acometer por su cuenta reformas interiores, entre ellas la de renovar la antigua instalación eléctrica. Según fuentes de la Administración que participaron en la elaboración del convenio, la Iglesia se comprometió a invertir 60.000 euros en mejorar el cableado.
El coste total de la inversión pública decidida hace cuatro años, cuando presidía el Instituto, dependiente del Ministerio de Cultura, el teórico del arte muxián Antón Castro, fue de 400.000 euros. Tanto Castro como el arquitecto que realizó la dirección de obras de la reforma, Ramón Estévez, no quisieron ayer pronunciarse sobre el tema ni confirmar o desmentir tal compromiso. El alcalde, el socialista Félix Porto, sí aseguró que había comprobado la instalación correcta de los pararrayos del templo después de la reforma. De todas formas, la función de estos aparatos, pese a su nombre, no es parar las descargas eléctricas, sino atraerlas y desviarlas mediante unas tomas de tierra (unos cables que finalizan en una lanza clavada en el terreno). El suelo granítico que rodea el santuario no es propicio, porque la roca contiene capas de agua, que hace de conductora, por lo que las lanzas necesitan ser enterradas a gran profundidad y con materiales de relleno tipo bentonitas.
Con todo, el alcalde insiste en que la instalación eléctrica del templo databa de 1993, una fecha “relativamente reciente”, y que se encontraba en “buen estado”. Según Porto, las investigaciones policiales apuntan claramente a que la causa “fue un rayo” pero, de momento, no han podido determinar “por dónde entró o salió”.
El Consello de la Xunta declaró ayer de emergencia las actuaciones para el proyecto de rehabilitación integral del templo. El coste de la restauración en lo que se refiere a la configuración arquitectónica se estima, según las primeras valoraciones de los técnicos de Patrimonio, entre 700.000 y 850.000 euros. “La Xunta asumirá el 100% del coste del proyecto constructivo de la rehabilitación”, señaló el presidente Alberto Núñez Feijóo. Se trata del proyecto técnico, cuyo coste la Xunta ya ha presupuestado en 36.300 euros. El presidente no quiso concretar quién asumirá el pago de toda la factura, una cuestión, señaló que se decidirá después de Navidad en un comité conjunto que van a constituir la Xunta, la Iglesia, el Ayuntamiento y la Diputación de A Coruña. “No es algo que me preocupe”, señaló Feijóo, quien la víspera, durante una visita al santuario de Muxía, anunció que este se restaurará “cueste lo que cueste”.
Cuando los periodistas preguntaron ayer al jefe del Ejecutivo si la Iglesia no tenía asegurado el templo, Feijóo intentó esquivar el asunto: “Creo que sí, pero será el Arzobispado de Santiago el que lo tenga que decir e informar en detalle de la cuantía de la póliza”. El seguro cubre hasta 500.000 euros, según reveló el alcalde de Muxía, quien anunció que, ante la avalancha de llamadas y correos electrónicos ofreciendo ayuda económica, se han abierto dos cuentas bancarias para quien desee colaborar. “No queremos pedir nada de nadie”, matizó Porto, quien explicó que la iniciativa se ha tomado porque numerosas personas e instituciones han mostrado su deseo de colaborar.
La declaración de emergencia aprobada por el Gobierno gallego implica que los trámites administrativos para adjudicar y emprender las obras se agilizarán lo máximo que permite la ley a fin de que estén terminadas “con la mayor celeridad”. El presidente de la Xunta defendió que el templo de A Barca tiene un “enorme valor cultural, religioso, turístico, económico y sentimental” que va más allá de la distinción “entre creyentes y no creyentes”. Según Feijóo, se trata de “uno de los principales atractivos turísticos de la Costa da Morte” por lo que su Gobierno pretende paliar cuanto antes las consecuencias de una “desgracia de magnitud importante”.
En cuanto a los daños en el interior del santuario, la peor parte se la ha llevado el retablo barroco, que Feijóo ya dio por perdido. La talla original de la Virxe da Barca, sin embargo, está a salvo, puesto que la que se quemó en el incendio era una réplica. Tampoco hay riesgo, según los técnicos, de que la bóveda se venga abajo.
Mientras, los bomberos del parque de Cee denunciaron ayer que fueron avisados 90 minutos tarde para acudir al incendio y que acudieron sin el camión principal porque estaba averiado. Los bomberos hicieron el servicio pese a encontrarse de huelga.
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