Millones ‘made in Benidorm’

Nadie ha pasado esta mañana a darle un abrazo al dueño de la administración de lotería número 4 de Benidorm, Carlos Álvarez. Y eso que desde el pequeño cubículo que este señor regenta desde hace 33 años en la calle Gamboa ha sido el responsable de repartir 9,6 millones de euros. Vendió entre verano y otoño los 1.600 décimos del 48.598, en ventanilla, y en su mayoría a turistas.

Vascos, asturianos, madrileños, incluso algún extranjero estará en sus casas acordándose del momento en el que pararon a comprar lotería en esta céntrica calle que une el Benidorm viejo con el nuevo y que en verano es un río de gente. “Se ha repartido por toda España”, ha comentado el señor Álvarez, que sobre las 12.50, cinco minutos antes de que tocara el premio, caminaba hacia su casa “aburrido” y pensando que su administración se quedaba un año más sin dar un premio grande de Navidad.

“Se nos ha resistido y lo hemos dado a lo grande”, ha comentado la hija de Carlos, Mar. “Nunca habíamos dado uno de Navidad. Sí del resto de sorteos y el año pasado el segundo premio del Niño”, ha recordado esta mujer mientras confesaba que por la mañana le hacía comentado a su novio que prefería dar un premio a que le toque. “Eso he dicho”, decía entre risas Mar sin saber si arrepentirse o no de sus palabras puesto que “nunca le ha tocado”, aunque feliz por la publicidad que genera el dar un premio así.

Carlos y sus hijos, que con las bajas ventas por la crisis han trabajado los últimos meses todos los festivos para vender las mismas cantidades que otros años, han abierto una botella de sidra y brindado con algunos de los periodistas que se han acercado a la busca de afortunados. “Solo me han llamado dos mujeres”, ha confesado Mar, “aunque con la emoción no les he preguntado de dónde eran. Espero que haya mucha gente acordándose de nosotros en el resto de España”.

Ante el alboroto originado frente a esta administración, curiosos se han ido parando para ver qué número había tocado y qué premio. Una mujer con algo de prisa se ha detenido para preguntar si es que había tocado el Gordo de Navidad. Cuando se le ha informado que no, que era un quinto premio completo, ha exclamado: “¡Hale! ¡Todo para el Imserso!”.