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El rey Baltasar, contra la valla de Melilla

La figura del Belén de Santiago permanece dos días en paradero desconocido Fue devuelta ante la sede de Emigración de la Xunta con consignas contra la cuchillas de Melilla

Foto: atlas | Vídeo: atlas

Las autoridades de Santiago estaban prevenidas y habían tomado medidas de precaución, porque el año pasado ya fue secuestrado el niño Jesús del belén instalado en el Obradoiro, la majestuosa plaza que comparten la catedral y la sede del Ayuntamiento de la capital gallega. Entonces, más que un secuestro fue un desahucio, como señalaron, días después, los autores del robo para mandar un mensaje reivindicativo. Este año, le ha tocado al rey Baltasar. Se esfumó en la madrugada del jueves y fue encontrado a las 5,30 de este domingo con un cartel contra las cuchillas en la valla de Melilla.

Desde que la figura navideña fue sustraida, todo el mundo esperaba que concluyese con una acción semejante a la de las pasadas Navidades. Los ladrones desafiaron las nuevas medidas de seguridad que había tomado el Ayuntamiento: una cámara de seguridad junto al belén y una protección especial para el niño Jesús, que por la noche abandonaba el portal para dormir tranqulamente bajo custodia en las instalaciones municipales.

Con el niño tan bien protegido, los secuestradores se fijaron en Baltasar.  Y si en 2012 se trataba de llamar la atención sobre el hecho de que Jesús tuviera que dormir varios días a la intemperie como víctima de un desahucio, hasta acabar apareciendo abandonado en un cajero automático, ahora el simbolismo de la figura del rey negro ha servido para difundir una protesta contra la emigración.

A las 5,30 de la madrugada de este domingo, un transeúnte se encontró a Baltasar erguido frente a la entrada de la sede de la Secretaría General de Emigración de la Xunta y sosteniendo un cartel que pregonaba que los seres humanos nunca pueden ser ilegales. "Fuera cuchillas de la frontera", acababa el mensaje del rey mago. 

Las dos acciones han sido reivindicadas por un grupo perfectamente misterioso. Se llama Fartas, que en gallego quiere decir hartas, pero también constituye un acrónimo de Fomos Armala Raptando Temporalmente ao Susiño (hemos ido a armarla raptando temporalmente a Susito). El año pasado, la organización incluso difundió un vídeo para demostrar que el rehén se encontraba en buenas condiciones y explicar los motivos de su protesta. "Si la política es un chiste, vamos a reirnos todos", acababa la grabación.

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