Confesiones en el 80º cumpleaños

Sonó el histórico indicativo de EAJ4 Radio Galicia, el que inauguró las emisiones allá por 1933, cuando el jovencísimo profesor Antón Fraguas estrenó la primera emisora de Galicia que nacía en la República para apoyar el Estatuto de Autonomía. Y a ritmo de jazz, la sinfonía azul, que la Cadena SER reserva para sus días de fastos.

Radio Galicia celebró el jueves su 80º cumpleaños en la Sala Mozart del Auditorio de Galicia. Sobre el escenario, los premios Ondas, esos tres caballitos alados que la emisora recibió en 1988, en 2003 y el pasado noviembre como reconocimiento a las coberturas informativas de tres catástrofes: el embarrancamiento del Casón,  el vertido del Prestige y la tragedia del Alvia, que el pasado 24 de julio costó la vida a 79 personas en Santiago. El periodista Luis Pardo, presentador de la gala, admitió en la introducción el regusto amargo que deja en la casa recibir premios por dar malas noticias y avisó de que el cumpleaños de la cuarta radio más antigua de España pretendía todo lo contrario: reconocer a entidades, personas y empresas por sus buenas nuevas.

Los premios SERenidade fueron para la taberna O Gato Negro, una tasca de toda la vida en el corazón de piedra compostelano, el Camino de Santiago, la Fundación Catedral, las empresas Hijos de Rivera (Estrella Galicia), Gadis y Finsa; las agencias de publicidad Reclam, BAP Conde y Proximia, el taller de gaitas Seivane, el Club Amigos del Baloncesto Obradoiro, el Foro Económico de Galicia, la Asociación de Vecinos de Angrois y el científico genetista Ángel Carracedo, quien por problemas del temporal y de vuelos no pudo acudir a la cita.

Feijóo saludó al director de la SER: “Colombianos, venezolanos y mexicanos están de plena actualidad”

El director general de la Cadena SER, Alejandro Nieto, subrayó la importancia de la red de emisoras regionales y vaticinó larga vida a la radio, “la primera red social que existió”, cuyo presente, destacó, está ya en Internet y las aplicaciones de los teléfonos inteligentes. También el director de la emisora, Jordi Jordá, destacó que se equivocan, como lo hicieron siempre, quienes auguraron la desaparición del medio. “Cada vez que lo hicieron, la radio salió reforzada”, insistió apelando a acontecimientos que mantienen a los oyentes pegados al transistor, como “el 23F” o el dramático accidente del tren Alvia en Angrois. Precisamente uno de los vecinos del barrio, Martín Rozas, representante de la asociación, fue el primero en subir al estrado para agradecer el reconocimiento. Con los ojos vidriosos, volvió a restar importancia a la colaboración del vecindario la noche de la tragedia, recordó que los verdaderos protagonistas son las víctimas y pidió a las autoridades respuestas a los enigmas de ese siniestro.

El resto de la gala transcurrió en un inusual tono distendido. El presentador avisó al presidente de que The Chieftains (el grupo al que entregó la medalla Castelao y cuyo nombre el presidente nunca supo pronunciar) no había podido acudir y que en su lugar estaba Susana Seivane, que amenizó la entrega con su gaita, acompañada de un bajo y de paso aprovechó para felicitar a su familia premiada por sus tres generaciones de trabajo sobre la gaita tradicional.

El bisnieto del fundador de Estrella Galicia y actual CEO de la compañía, Ignacio Rivera, recordó cómo a principios de los noventa, cuando la marca inició su plan de expansión fuera de la comunidad, recibieron recomendaciones para cambiar el nombre, alegando que podía tener connotaciones regionales. “Esos asesores ya no trabajan con nosotros, Galicia es la mitad de nuestro nombre y a quien quiero dedicar este premio”, dijo Rivera arrancando ovación y carcajada a la platea.

El actual deán de la Catedral de Santiago, Segundo Pérez, también se prestó a las confesiones: admitió su alivio ante el micrófono tras meses de escándalos derivados del atrabiliario robo del Códice Calixtino y las prácticas descubiertas en el templo que se llevaron por delante a su antecesor. “Después de la que nos ha caído estos dos últimos años, recibir un premio no es lo habitual. Estoy acostumbrado a recibir cartas y correos sobre cosas por las que poco puedo hacer…” Ante tanta sinceridad, la platea la devolvió un generoso aplauso. “Gracias a la Cadena Ser por ayudarnos a lavar un poco la cara en medio de una situación que aún no se ha acabado”, dijo con la estatuilla en la mano el responsable de profesionalizar la gestión del templo.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, responsable de cerrar el acto decidió moverse en ese mismo tono festivo. De entrada, mostró su sorpresa de que “la Cadena SER premie a la competencia”, en referencia a la Cadena Episcopal que tiene su propia red de emisoras. Antes había dado la bienvenida a Galicia al director general de la SER, el colombiano Alejandro Nieto, recordando que “estos días aquí los colombianos, venezolanos y mexicanos están de plena actualidad” (alusión a la entrada de Pemex en Barreras y de Banesco en Novagalicia). En un discurso mucho más desenfadado que otras veces, el presidente bromeó con sus rivales de la oposición presentes entre el público (el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, y el portavoz nacional del Bloque, Xavier Vence). Recordó que hace cinco años, en el 75º aniversario él también había estado presente en un acto parecido. “Entonces lo presidía Emilio Pérez Touriño, ahora lo presido yo y eso significa que dentro de cinco años… ya veremos”. En el epílogo de su intervención, volvió a desempolvar Feijóo aquella era en que votaba al Partido Socialista y en las que escuchaba una única emisora: Radio Galicia. “Eso quiere decir que Radio Galicia informa muy bien y que en el año 1982 seguro que acerté votando a Felipe González”.