La oposición acusa al presidente de liquidar el sistema financiero
Feijóo asegura que tras la subasta ha ganado la “mejor oferta para los contribuyentes”
Un “expolio indecente, una traición total y absoluta, realizada con premeditación y alevosía”, clama Xosé Manuel Beiras, de AGE, al pedir a los clientes de Novagalicia Banco que repliquen llevándose sus cuentas a otro lado. “Una malversación de fondos públicos y una estafa a los contribuyentes” que requiere la acción urgente de la Fiscalía Anticorrupción, exige el BNG. “Hay demasiadas incógnitas en esta subasta oscura y precipitada en la que el Estado va a perder 8.000 millones de dinero y supone el regalo con sordina del 40% del ahorro de los gallegos”, remachan los socialistas, que pidieron explicaciones urgentes del ministro De Guindos en el Congreso y del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ante el Parlamento autónomo.
La Xunta y el PP guardaron silencio hasta que, ya entrada la noche, Feijóo fue abordado por los periodistas en un acto con empresarios. Allí, aseguró que la oferta de Banesco era la “mejor oferta para todos los contribuyentes españoles y para todos los contribuyentes gallegos” y defendó ha sido “transparente, limpia y contundente”. Según Feijóo —que, por la mañana, durante un debate parlamentario, se había declarado “bastante tranquilo” sobre la marcha del proceso— la decisión era inapelable porque Banesco “cumple los criterios” tanto del Banco de España como de la Unión Europea. El presidente, sin entrar en más detalles, pidió al nuevo propietario que “haga una apuesta por Galicia y por los créditos a las familias y a las empresas” y que mantenga los servicios centrales, el domicilio y la sede social en la comunidad. Fuentes del PP mostraron también su satisfacción al entender que, dadas las circunstancias, Banesco era la mejor salida para la supervivencia de NCG.
Previamente, la oposición en bloque había puesto el grito en el cielo por un proceso que, en su opinión, certifica la liquidación del sistema financiero gallego con fuertes pérdidas para las arcas del Estado. Y culpan de todo a Feijóo. Banesco era la “opción preferida” del Gobierno gallego, aseguró el portavoz parlamentario del PSdeG, José Luis Méndez Romeu, “y debería explicar por qué”. Es otra de las muchas “incógnitas” y del “oscurantismo” que rodean, en su opinión, la venta cerrada ayer, como “qué va a ocurrir con la red de sucursales del banco gallego o su plantilla”. Y sobre todo, subrayó el diputado socialista, qué va a pasar “con el negocio existente en Galicia”. Aludió a sus sospechas de que además de la pérdida que supone vender por solo 1.000 millones una entidad en la que el Estado inyectó, para sanearla, 8.000, habrá que pagar también con dinero público otras contrapartidas.
Para el BNG están claras: está convencido de que la venta incluye, para el nuevo dueño venezolano de la entidad gallega, “créditos fiscales y descuentos a la hora de pagar los impuestos que van a suponer una nueva carga para el contribuyente”. Para Francisco Jorquera, portavoz del Bloque en la Cámara gallega, sobran los indicios de “estafa” y “malversación de fondos públicos”. Destacó que resulta discriminatorio “y una diferencia de trato” que se “liquide el sistema financiero gallego” mientras que otras entidades financieras nacionalizadas y también surgidas de antiguas cajas de ahorro, como Bankia, “permanezcan en el sector público”. “Pero Novagalicia es vendida con nuevas pérdidas para los contribuyentes y a costa de dejar Galicia sin sector financiero propio”, abundó el portavoz del Bloque, lamentando que pase a manos de capital venezolano “una institución básica para la gestión del ahorro de los gallegos”.
“Confío en que el castigo venga por parte de los clientes y retiren sus cuentas de allí. Una vez consumado el expolio, no hay otra solución”, emplazó Beiras. Hizo hincapié en “la alevosía y premeditación” con la que, a su juicio, se decidió de forma precipitada “este expolio”: Novagalicia Banco empezaba a sanear su situación, destacó, “va mejorando y comienza a tener beneficios, por lo que cuanto más se esperase para venderlo, más alto sería su precio”. Pero para Beiras, “es precisamente lo que no les interesa a los amigos compinchados con los señores Rajoy y Feijóo, que se llevan casi de balde una entidad que representa casi la mitad del ahorro gallego”. Para AGE, esta venta supondría “la dimisión de un gobierno en cualquier país normal”.
Pero en Galicia, o España, nada de renuncias. Por mucho, como acusó, tajante, el socialista Méndez Romeu, que el presidente autonómico sea “el liquidador por completo del sistema financiero gallego, arrasando entidades” como las antiguas cajas, “que tenían más de un siglo de existencia”. Feijóo es culpable de haber conseguido que “Galicia sea más débil que nunca en su historia reciente”. “Incumplió su palabra”, coincidió el BNG, al recordar las palabras del presidente horas antes de la subasta en el FROB aseguran que se mantendría una “entidad gallega”. Aunque para los nacionalistas “sería peor” si NCG fuese adquirida por “un banco español”, la venta a Banesco supone “el desmantelamiento del sistema financiero gallego”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.