Parra autorizó una operación pese al alto riesgo inmobiliario del Banco de Valencia
El ex consejero delegado de la entidad asegura al juez que informó a Olivas y al consejo
El ex consejero delegado del Banco de Valencia Domingo Parra, ha admitido que permitió al presidente de Aguas de Valencia, Eugenio Calabuig, que invirtiera en la compra de unos terrenos en la costa de Castellón con el préstamo que había obtenido su familia para blindar la compañía. El Banco de España había advertido antes del alto riesgo inmobiliario que sufría la entidad, que luego sería intervenida y adquirida por Caixabanc.
Parra, que ha declarado este martes como imputado en la Audiencia Nacional ante el juez Santiago Pedraz por la causa que investiga la concesión de créditos de la entidad a la familia Calabuig para tomar el control de Aguas de Valencia, ha asegurado que "comentó" la operación inmobiliaria tanto al entonces presidente del banco, José Luis Olivas, como al consejo de administración, pese a que este proyecto no se menciona en las actas, aunque uno de los miembros del consejo de administración de Aguas de Valencia lo era también del Banco de Valencia.
Durante su declaración, Parra, según ha indicado en una nota de prensa, ha negado que las operaciones realizadas con la familia Calabuig "supusieran un perjuicio patrimonial al Banco de Valencia". Ha defendido, además, que todos los préstamos otorgados por la entidad estaban inspeccionadas por el Banco de España y declarados "normales", incluso en el período que el banco estuvo dirigido por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). "Todos los préstamos son correctos, se concedieron siguiendo losprocedimientos habituales del Banco de Valencia y fueron aprobados por todos sus órganos competentes", ha manifestado.
Según el texto de la denuncia, el Banco de Valencia concedió en 2008 dos créditos a la familia Calabuig por 48 millones (luego se ampliaron a 54), que le permitieron hacerse con el control de Agval, la sociedad que posee la mayoría de las acciones de Aguas de Valencia, hasta ese momento dominada por la entidad financiera.
El dinero del préstamo, sin embargo, fue invertido en 2009 en la compra de terrenos. Los cinco hermanos de la familia Calabuig (Eugenio, Enrique, Celia, Pedro y Mercedes) admitieron esta adquisición ante el juez en una anterior declaración, si bien precisaron que el crédito no era finalista y que, en consecuencia, podía destinarse a lo que se estimase oportuno. Tanto la fiscalía como el FROB, por el contrario, mantienen que el Banco de Valencia concedió el crédito para hacer frente a una opa de exclusión que aprobó Aguas de Valencia para evitar que Aguas de Barcelona tomara el control de la empresa valenciana.
El informe del FROB detalla operaciones cruzadas entre la entidad financiera, la empresa de aguas y la inmobiliaria Costa Bellver en las que Parra, su mujer y la familia Calabuig obtenían beneficios a costa del Banco de Valencia. Calabuig vendió en 2009, ya reventada la burbuja del ladrillo, al Banco de Valencia esta inmobiliaria en una operación por la que se pagaron 107 millones y a la que se unió Hábitat, la antigua filial de Bancaja. El ex consejero delegado del Banco de Valencia ha mantenido que la compra de Costa Bellver se efectuó porque ya contaban con tasaciones hechas, aunque fuentes del caso afirman que estas se realizaron dos meses después de la adquisición.
Según la denuncia del FROB, Parra intervino en una serie de operaciones "de dudosa racionalidad económica" al haber obtenido, por vía directa o indirecta, beneficios en perjuicio del patrimonio de la entidad, a la que provocó un agujero cercano a 137 millones. Entre esas operaciones, además de la compraventa de participaciones de la sociedad Inversiones Financiera Agval y la compra de acciones de Costa Bellver, se encuentra o la concesión de financiación a favor de Capital Residencial.
La de este martes es la segunda vez que Parra comparece ante Pedraz. Lo hizo el pasado 8 de noviembre por la concesión a dos sociedades de Cursach, Intrademallorca 2005 y Calvià Parc, de préstamos por 30 y 13 millones de euros, que están siendo investigados en una de las piezas separadas de la causa principal contra la antigua cúpula de la entidad financiera. El magistrado lo mantiene imputado por "conductas que acabaron provocando la reestructuración de la entidad" y su posterior intervención en el resto de piezas, abiertas a raíz de nueve querellas del Frob contra los exresponsables de la entidad y varios empresarios. Junto a Parra, ha comparecido su esposa, María José Aznar Mayans, también imputada en la causa.
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