Isern propone que los médicos retiren el carné por alcohol o enfermedades

El director del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Joan Josep Isern, detalló ayer algo más la propuesta que lanzó el lunes —en una entrevista con Europa Press— y que desató la polémica: la posibilidad de retirar el carnet de conducir a las personas con problemas con el alcohol, con las drogas o que estén tomando psicofármacos. En una atención a los medios, Isern detalló cómo podría llevarse a cabo esa medida. Según su criterio, y el de su departamento, lo adecuado sería que los médicos pudiesen de forma preceptiva retirar el carnet a aquellas personas a las que visitasen y considerasen que debido a sus patologías podrían suponer un peligro en la carretera.

Y también en los médicos recaería la responsabilidad de avisar a la Dirección General de Tráfico (DGT), que tiene la competencia de otorgar o retirar las licencias de conducción. Isern lo comparó al papel que tienen en la actualidad cuando una persona quiere sacarse el carnet o renovárselo, y los facultativos otorgan la calificación de “apto” o “no apto” tras una revisión.

“Es fundamental avanzar en esta dinámica, ser proactivos, salvar vidas desde la prevención”, repitió

Isern defendió que el Colegio de Médicos está de acuerdo con la medida, siempre y cuando se cumplan los requisitos para no violar la ley de protección de datos. Al entender del director del SCT, eso tiene fácil solución: los facultativos no tendrían por qué especificar en sus recomendaciones a la DGT el diagnóstico concreto de las personas atendidas, y así respetarían la confidencialidad.

La propuesta ha suscitado la polémica por su voluntad preventiva antes de la comisión de un delito, porque puede vulnerar la protección de datos y porque en la práctica, y si se aplica en sentido estricto, un amplio porcentaje de la población podría verse sin carnet de conducir. Isern argumentó que de las víctimas mortales en las carreteras sometidas a una autopsia por el Instituto Nacional de Toxicología en 2012, un 47% dio positivo en consumo de drogas, alcohol o psicofármacos. “Es fundamental avanzar en esta dinámica, ser proactivos, salvar vidas desde la prevención”, repitió ayer.

Para detallar aún más, Isern se basó en un informe de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, que especifica hasta 18 enfermedades que “tienen una incidencia directa en la conducción”. Entre ellas, arritmias graves, caso de revascularización, insuficiencias cardiacas, miocardiopatías y cirugías de prótesis valvulares. También otras patologías como asma grave, trastornos de personalidad, trastornos antisociales, ansiosos severos, maniacos y depresivos no controlados, y personas que siguen tratamientos de diálisis —las 8 ó 10 horas después—, además del consumo de medicamentos como antibióticos, ansiolíticos y antiestamínicos en algunos casos.

El SCT ha decidido ahora hacer pública esas medidas porque se acaba el plazo —expiraba ayer— para presentar alegaciones a la futura ley de Seguridad Vial

El SCT ha decidido ahora hacer pública esas medidas porque se acaba el plazo —expiraba ayer— para presentar alegaciones a la futura ley de Seguridad Vial que ultima el Ministerio del Interior. El director del organismo catalán lanzó su propuesta a los partidos, sin aclarar tampoco si CiU capitaneará la iniciativa del SCT, según admitió él mismo. “Me gustaría que también lo hiciese el PP”, esgrimió Isern, porque en su mano está sacarlo adelante.

Las asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico P(A)T, Stop Accidentes y Trace mostraron ayer su apoyo y su agradecimiento a la propuesta del Servicio Catalán de Tráfico. Las personas que conducen bajo el efecto del alcohol, las drogas o los psicofármacos son “un peligro para sí mismos y para los demás”, alegaron en un comunicado conjunto. Para las víctimas, se está hablando “de personas que padecen una enfermedad y que son reincidentes en la conducción con alcohol o drogas y que representan un peligro cada vez que cogen su vehículo”.