Detenidas cinco personas por una agresión entre ‘ultras’ en Retiro

Cuatro son los delitos que se imputan a cinco detenidos que irrumpieron el pasado 12 de octubre junto a otra veintena de personas en un bar del distrito de Retiro de Madrid y la emprendieron a golpes con los clientes del establecimiento, además de causar destrozos en el mobiliario.

Los arrestados, Ángel Carlos R.B., de 42 años, Gema S.M. de 36, Jaime B.F. de 35, y Andrés Agustín R.T. y Javier C.A. de 26 y 29 años respectivamente, fueron identificados y reconocidos por las víctimas como componentes de este violento colectivo. Se les imputan daños, tenencia ilícita de armas prohibidas, desórdenes públicos y lesiones, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Los hechos se produjeron en el bar El rincón de la Legión, en el número 8 de la calle de Cerro Negro. Las pesquisas iniciadas por la policía tras la agresión permitieron descubrir que los participantes actuaron por "motivos de odio y animadversión", según la policía. Los arrestados pertenecen a grupos de extrema izquierda y antisistema y acudieron al bar por ser habitual centro de reunión y ocio de personas vinculadas a las fuerzas armadas, en concreto, a La Legión, perteneciente al Ejército.

Los policías de la Brigada Provincial de Información (dedicada a la lucha antiterroristas y a los grupos antisistemas) determinaron que uno de los arrestados es el encargado de un bar que es centro habitual de reunión de grupos radicales y violentos de extrema izquierda como S.H.A.R.P (Skinhead Against Racial Prejuice), R.A.S.H (Red and Anarchistn Skinhead) o B.A.F (Brigadas Antifascistas).

En este local, situado a escasos 200 metros del bar asaltado, fue donde el grupo de 25 atacantes se citó previamente y partió el pasado 12 de octubre con el objeto de agredir a los clientes del mencionado establecimiento. Además, uno de los detenidos, Ángel Carlos R.B. es cantante de un grupo de música de ¨rock proletario¨, el cual se define ideológicamente en sus círculos como marxista-leninista.

El titular del Juzgado de Instrucción número 27 de Madrid decretó como medida cautelar la prohibición de acercarse a menos de 100 metros del establecimiento atacado, con la intención de salvaguardar la seguridad e integridad física de los clientes.