Fichado en el intercambiador

1. Intercambiador de Moncloa. Ahí me ficharon para mi primer trabajo, en 1996. Se me acercó Paco Pino, afamado director de casting que yo no conocía de nada, y me contó que estaba trabajando con Imanol Uribe en una nueva película, que encajaba en el papel. Aunque mi madre me dijo que ni se me ocurriera, mis hermanas me animaron y le acabé llamando. En 15 días estaba rodando Bwana. La película ganó la Concha de Oro de San Sebastian y a mí me nominaron a los Goya como actor revelación. Se lo acabaron dando a Fele Martínez por Tesis (Princesa, 89).

2. Casa Pueblo. Este bar es un sitio mágico muy próximo al Teatro Español. Igual comes algo que te tomas un gin tonic. Tiene una enorme pantalla donde ver los partidos del Atleti o las finales de la NBA a las tres de la mañana cuando Macama, el dueño, echa el cierre y nos deja alternar (León, 3).

3. Compañía Nacional de Teatro Clásico. Entre 2004 y 2008 me subí a este escenario casi todos los días del año. Cuando entré, con otros dos amigos, nos llamaban los mancebitos. Entonces no fui consciente de todo lo que aprendí. Cuando acabé mi etapa allí me sentí actor (Príncipe, 14).

4. Centro de Arte CA2M. Este museo posee mucha fuerza. Está en Móstoles, donde he vivido toda la vida, y tiene una programación impresionante. Sonic Youth tocó aquí junto a Enrique Morente en la presentación de una exposición (Avda. Constitución, 23. Móstoles).

5. Stussy. En esta pequeña tienda de ropa me he comprado gorras, bolsos de viaje, camisetas… Tiene una inspiración muy urbana y la ropa es comoda y estilosa; está muy bien hecha. Me tratan con mucho cuidado y cariño (Argensola, 10).

6. Parque de Bomberos 1. Le tengo cariño porque, además de actor, soy bombero. Aquí fue donde me destinaron cuando aprobé la oposición, en 1994. Estuve 11 años en servicio. Ahora, por suerte, trabajo de continuo como actor (Santa Engracia, 118).

7. La huevería del Ganso. A este restaurante traigo a la gente para impresionarla. No solo porque todos los platos, elaborados con ganso ibérico, están riquísimos sino porque cuidan mucho a los animales. Son criadores, en dos granjas, y tienen a las aves en libertad. No las fuerzan, ni las engordan, ni las someten a estrés. Es cierto que luego nos las comemos (Echegaray, 26).

8. La Central. Lo último que me he comprado en esta librería es el ensayo Sobre la libertad de John Stuart Mill. Y un texto de Isaiah Berlin sobre los liberales. ¿Mi libro favorito? El hombre sin atributos de Robert Musil (Postigo de San Martín, 8.)

9. Ateneo de Madrid. La primera vez que estuve fue en unas conferencias sobre ciencia durante el bachillerato. Desde entonces, no he dejado de pasarme. Mi hermana Nicole venía a estudiar a la biblioteca. Y últimamente me he pasado a tomar una copa en la antigua cafetería, que se ha convertido en un increíble restaurante-coctelería decorado por Lázaro Rosa (Prado, 21).

10. Villamanta. Aquí encontré un antiguo molino precioso. Era una almazara. Lo compré con un amigo, lo dividimos en dos y ahora somos vecinos en uno de los edificios históricos de la localidad. Los otros, una antigua leprosería del siglo XV y una casa del siglo XVI. La tranquilidad que se respira es inigualable. Cuando paso dos o tres días sin salir de casa, siento que estoy de vacaciones.