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A juicio el vecino de Girona que decapitó a su hija de 18 meses

Este lunes inicia el proceso por el que el fiscal solicita 19 años de cárcel

La Audiencia de Girona empezará a juzgar este lunes al vecino de nacionalidad colombiana que el 10 de noviembre del 2011 decapitó a su hija de 18 meses con un cuchillo de cocina porque se lo "había ordenado el demonio”. Por la mañana, se escogerán los nueve miembros del Jurado Popular y por la tarde declarará el imputado en un juicio que durará cuatro días.

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal Enrique Barata solicita para el acusado una pena de 19 años de cárcel por un delito de asesinato con la concurrencia de alevosía, con el agravante de parentesco y el atenuante de confesión. Además, en cuanto a responsabilidad civil, pide que indemnice a su mujer con 175.000 euros y a su otra hija, de 8 años, con 100.000 euros.

Los trágicos hechos tuvieron lugar en el domicilio familiar, situado en el número 8 de la calle Oviedo del barrio de Sant Narcís de Girona. En algún momento, entre las 09.00 y las 12.00 del mediodía, el acusado cogió un cuchillo de cocina de unos 20 centímetros de hoja, cortó el cuello a la pequeña encima de su cama y luego cubrió el cuerpo. A las 12.08 horas, en una llamada al 112, confesó haber matado a su hija menor y pidió que la policía se presentara pronto en su casa porque si no, siguiendo las órdenes del demonio, tendría que matar también a su otra hija. Mientras su padre acaba de una forma espeluznante con la vida de su hermana, la pequeña se encontraba ajena a lo que sucedía mirando dibujos en la televisión situada en otra habitación de la vivienda.

La defensa pide que le ingresen 15 años de internamiento en un centro psiquiátrico

Durante la investigación, los Mossos hallaron en el ordenador familiar una carta dirigida a su mujer, médico de profesión, en la que le explicaba lo que había hecho, previo a que sucediera. La carta relataba el crimen que habría cometido, aunque daba por hecho que había acabado con la vida de las dos pequeñas. Especificaba, además, que el día anterior había visto al demonio y había actuado obedeciéndole. Le decía a su mujer que las niñas no tendrían que soportar más dolor ni pagar las deudas que ellos tenían, y que se encontraban en el cielo donde la esperaban a ella. La emplazaba a verse en la próxima vida.

A pesar que en un primer momento se le dio asistencia psiquiátrica, el fiscal no le ha tenido en cuenta ningún atenuante por enfermedad mental porque tanto el psicólogo forense de Barcelona que lo visitó, como la psiquiatra de Can Brians, concluyeron que no padece ningún trastorno mental. Según ellos, lo que quizás tiene es algún “síntoma psicótico”, pero que no afecta a sus facultades mentales.

Por su parte, el abogado de la defensa, Jordi Colomer, mantiene que su cliente en el momento de los hechos estaba totalmente enajenado y pide que le ingresen 15 años de internamiento en un centro psiquiátrico. Está previsto que pasen 36 testigos por el juicio, entre policías, familiares, vecinos y peritos policiales y médicos.

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