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CRISIS EN EL SOCIALISMO CATALÁN

El enroque de Navarro y los críticos amenaza con llevar al PSC al cisma

Los dos sectores tratan de pactar una resolución sobre la consulta antes del consejo nacional El acuerdo se antoja difícil por el enrocamiento mutuo

Pere Navarro en el último Consejo Nacional del PSC.
Pere Navarro en el último Consejo Nacional del PSC.GIANLUCA BATTISTA

La dirección del PSC y el sector crítico alineado con las tesis soberanistas acordaron ayer hacer un último esfuerzo para evitar el cisma en el socialismo catalán a causa de la consulta. Tras más de dos horas de reunión, ambos sectores prometieron consensuar una resolución conjunta que se llevará al consejo nacional extraordinario del PSC convocado para mañana.

El acuerdo se antoja improbable, pero ambas partes anunciaron voluntad de diálogo hasta minutos antes de iniciarse la reunión. El consejo nacional del PSC es el máximo órgano entre congresos y lo componen 432 personas. Tres de cada cuatro son afines a la dirección, por lo que Navarro no tendrá ningún problema en conseguir un espaldarazo a sus tesis.

La posición oficial del PSC sigue siendo que se consulte a los catalanes sobre su futuro político pero de forma legal y acordada entre el Gobierno y la Generalitat. Por eso la dirección cree que debe rechazarse cualquier resolución del Parlamento catalán sobre el procedimiento a seguir para celebrar la consulta, sobre la fecha o sobre la pregunta si no la han negociado Artur Mas y Mariano Rajoy.

La dirección insiste en que la resolución que se apruebe el domingo ha de contener un pronunciamiento expreso de que los socialistas votarán no a los pronunciamientos de la Cámara catalana sobra la cuestión. “Ese punto es irrenunciable para nosotros. Nuestra posición es clara y ahora hay que ver si somos capaces o no de lograr un acuerdo en la resolución”, dijo ayer Antonio Balmón, secretario de acción política del PSC.

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Los críticos, por su parte, confían en descafeinar ese pronunciamiento taxativo para no condicionar el sentido de la votación de los 20 diputados socialistas en la Cámara catalana y que, cuando llegue el momento, de posicionarse, decida el grupo parlamentario. “No podemos posicionarnos con tanto tiempo de antelación sobre un texto que desconocemos. Lo razonable sería seguir defendiendo el derecho a decidir”, asegura Joan Ignasi Elena, impulsor de la corriente de opinión crítica Avancem. El Parlamento catalán celebrará en las próximas semanas dos votaciones sobre el proceso soberanista que pueden ahondar en la división del PSC.

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La primera será el 4 de diciembre, cuando se vote una resolución conjunta de CiU, Esquerra, ICV y la CUP pidiendo a Mariano Rajoy que transfiera o delegue a la Generalitat la competencia para convocar el referéndum, al amparo del artículo 150.2 de la Constitución. La segunda votación de riesgo que puede resquebrajar al PSC se producirá cuando se apruebe la ley de consultas que Mas pretende utilizar para que los catalanes se pronuncien sobre la independencia si el Gobierno central no se aviene a pactar.

La dirección exige que el texto anuncie que votarán 'no' en el Parlament

En ambos casos, la direción del PSC defiende el no, como el PP y Ciutadans, un alineamiento que los críticos le reprochan a Navarro, porque el partido se declara defensor del derecho a decidir. Queda por ver si, después de la resolución, los críticos mantienen o no el pulso con la dirección en el grupo parlamentario.

La importancia de la resolución que se apruebe en el consejo nacional es que resulta vinculante para los diputados. Por tanto, si el documento anuncia que el PSC votará no en el Parlament y los críticos no hacen caso y vuelven a romper la disciplina de voto, la ruptura en el partido estaría servida. Los diputados del sector catalnista no descartan este escenario y la dirección cree que, llegado el momento, la respuesta iría más allá de una sanción.

Ya sucedió en enero con motivo de la declaración soberanista del Parlament, cuando cinco diputados del PSC se desmarcaron de la mayoría del grupo, que votó no. Entonces solo se les multó, pero la diferencia con lo que puede suceder ahora es que aquel tema no se había llevado al consejo nacional del PSC y fue el grupo parlamentario el que decidió.

Los críticos podrían romper la disciplina de voto otra vez

Los críticos insisten en que el posicionamiento del partido en el consejo nacional a tantos días de las votaciones en el Parlament resulta “totalmente inecesario, gratuito e inexplicable”. También entienden que es “un error gravísimo bajarse del derecho a decidir ahora, cuando ya se ha pasado lo peor y el PSC ha votado distinto que el PSOE”.

La dirección, por el contrario, considera que deben atajarse las críticas continuas y que el partido ha de marcar de manera clara su hoja de ruta. El análisos que hacen en la calle de Nicaragua es que continuar por la senda del bloque soberanista “lleva al PSC a la ruina”. “Pensaban que Navarro se arrugaría, pero no ha sido así”, explica un dirigente.

Los críticos, por el contrario, analizan el giro del primer secretario como un intento de complacer al PSOE y de evitar nuevas votaciones distintas en el Congreso.

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