A juicio un ‘mosso’ por pegar a un menor que había robado en casa de su madre
El fiscal pide dos años y medio de cárcel para el agente, que estaba fuera de servicio
Lluís P. acudió a toda prisa a casa de su madre cuando ésta le llamó por teléfono para decirle que unos chavales acababan de romper la valla de acceso a la vivienda y habían entrado en el huerto. Los cacos, añadió la mujer, le habían robado su tortuga y habían dejado abierto una jaula para escapar a sus diez pájaros. La víctima les recriminó su actitud, pero los chicos se burlaron de ella con gritos de “¡Visca el Barça!” y “¡Visca Catalunya!” y le arrojaron piedras.
Los hechos ocurrieron la tarde del 2 de junio de 2009 en Sant Boi de Llobregat (Baix Llobregat). Lluís P., que además de hijo de la víctima es agente de los Mossos d’Esquadra, llegó a tiempo para localizar a los ladrones en las inmediaciones de la vivienda: uno de 15 años y otros dos de 16. “Sin mediar palabra”, el policía —que se encontraba fuera de servicio— “roció con un espray de defensa personal el rostro de los tres menores”, según el escrito de la fiscalía, que pide dos años y medio de cárcel para el mosso por esa acción y por agredir, a continuación, a uno de los menores.
Dos de los chicos lograron huir corriendo del lugar. El tercero, no. Lluís P. volvió a rociarle con el aerosol y le dio una patada en la cara que hizo caer al adolescente al suelo, donde siguió recibiendo patadas y golpes. El mosso le “arrebató” el teléfono móvil, sigue el escrito del fiscal, le llevó a un callejón cerca de allí y le dijo: “Bueno, mejor arrodíllate y te daré el móvil”, según la tesis de la fiscalía. El chico obedeció. Lluís P. le asió entonces “fuertemente la cabeza y le propinó un fuerte golpe con la rodilla, fracturándole la ceja izquierda”.
"Mejor arrodíllate y te daré el móvil”, dijo Lluís P., que le roció con un espray
La vendetta del agente por el robo al huerto de su madre no terminó ahí. Lluís P. sacó una defensa extensible y le golpeó “en diversas partes del cuerpo” mientras el menor “intentaba proteger su rostro con los brazos”. El policía le apartó los brazos y le dio un puñetazo en el rostro: “Esto por mi madre”, dijo. El menor tuvo que recibir tratamiento médico por esos hechos y tardó 21 días en curar.
El acusado no se identificó en ningún momento como policía, señala el fiscal, que le acusa por un delito de lesiones con instrumento peligroso y de otras dos faltas de lesiones. Además de la pena de cárcel, solicita que pague 720 euros de multa.
La acusación particular, que ejerce el abogado Álex Zaragüeta (del despacho Zaragüeta-Reina) en nombre del menor, acusa también al mosso de un delito de robo con fuerza por apoderarse del móvil del chico.
La Audiencia de Barcelona confirmó la condena a los tres menores por un delito de robo con fuerza en casa habitada. El tribunal, sin embargo, les absolvió del delito de atentado a la autoridad del que también estaban acusados. Según los jueces, no pudo concluirse que los menores conocieran la condición de mosso d’esquadra de su agresor.
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