La familia de Sonia Iglesias rememora en el Juzgado el día de la desaparición

El nuevo brío a la instrucción del caso de Sonia Iglesias, la pontevedresa que desapareció en agosto de 2010, se ha traducido en los últimos días en un desfile de testigos por el Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra, especializado en violencia de género, para declarar de nuevo sobre las circunstancias de aquellos días.

El turno ha sido esta mañana para la madre y la hermana de Sonia, Mari Carmen, quien ha vuelto a insinuar sus suspicacias respecto a la expareja de la mujer y único imputado, Julio Araújo. “A medida que pasaba el tiempo nosotros nos poníamos más nerviosos y sin embargo su pareja cada vez parecía que estaba más tranquila. Eso nos hizo notar que algo raro pasaba”, dijo recordar sobre aquel día en declaraciones a los medios tras salir del juzgado. Flanqueada por su madre, que solo manifestó que se sentía “impotente”, Iglesias apuntó que las preguntas de la juez y el fiscal fueron “más o menos las mismas” que les hizo la policía hace tres años y se centraron en “ratificar los horarios”.

Tras las familiares declaró una amiga de Sonia y una camarera del bar en que la desparecida desayunó. En los interrogatorios estuvo presento el abogado de Araújo, que al término insistió en que de los testimonios no se ha deducido nada, a su entender, que afiance la imputación de su defendido. Tras los testimonios toca ahora que la juez decida si es pertinente aceptar las nuevas diligencias solicitadas por la familia para tratar de arrojar luz sobre el asunto.