El carril bus-VAO triplica vehículos privados pero no cumple previsiones
Cierra su primer año de funcionamiento con 4.600 vehículos, lejos de los 7.000 previstos
La del carril bus-VAO de la C-58, entre la Meridiana y Ripollet, continúa siendo la imagen de una infraestructura vacía. Poco usada y que sobre todo arrastra una desagradable mochila de 80 millones de euros a sus espaldas, lo que costó. Sus números siguen hablando de fracaso. Apenas 4.605 vehículos privados la utilizan cada día, una cifra que se ha triplicado tras flexibilizarse su reglamento de paso, pero que sigue lejos de las previsiones con la que se puso en marcha: 7.500 coches, el 5% de los que utilizan la Meridiana.
Pese a todo, un año después de ponerla en marcha, la Generalitat saca conclusiones positivas de su estreno. Sobre todo por lo que respecta al transporte público. El Departamento de Territorio señala que los pasajeros de autobuses del corredor de la C-58 se ha disparado un 25% en el año que lleva funcionando la vía, que ofrece mayor fluidez a los autobuses. Del millón de viajeros entre octubre de 2011 y 2012 se ha pasado a 1,25 millones, un número que ha podido crecer también porque se han mejorado las líneas que ya operaban y se han creado otras nuevas. En resumen, hay más frecuencias y el carril bus-VAO ha permitido incrementar la velocidad comercial para entrar o salir de Barcelona desde el Vallès. Ese alza contrasta con la reducción general del uso del transporte público en el área metropolitana de Barcelona.
El problema, no obstante, sigue siendo la escasa penetración entre los otros tipos de vehículos, sobre todo los turismos privados. Tras unos meses de prueba y ver como apenas pasaban a diario 1.500 vehículos, la Generalitat optó por ser más flexible y dejar que circularan aquellos vehículos con al menos dos ocupantes (conductor y un acompañante), cuando inicialmente el mínimo de ocupantes tenía que ser tres, so pena de multa de 200 euros. Se ha incrementado el número de usuarios pero no lo suficiente para satisfacer las expectativas.
El secretario general de Transportes y Movilidad de la Generalitat, Ricard Font, cree que existen dos elementos que hacen difícilmente digerible los números del carril bus-VAO. Uno es su alto coste. El otro es que se ha puesto en marcha en plena crisis, con un tráfico reducido que ha reducido los colapsos diarios en la Meridiana y que, por tanto, resta trascendencia a la nueva infraestructura, que también se ve afectada por un número inferior de usuarios. “Será difícil estar contentos con esa infraestructura teniendo en cuenta lo que costó”, señala, asegurando que no se prevén cambios en el uso de la vía, como demanda la plataforma Promoción del Transporte Público, que demanda que se vuelva al reglamento anterior (vehículos con tres o más ocupantes) y que sus dos carriles se abran en los dos sentidos de la marcha, para primar al transporte público. Actualmente, entre el lunes y hasta el viernes por la tarde solo funciona en dirección a Barcelona, mientras que la tarde del viernes se utiliza para dar salida al tráfico que circula en dirección Vallès.
Posiblemente en 2015, el área metropolitana de Barcelona cuente con un nuevo carril bus, pero será mucho más modesto que el de la C-58. Costará en torno a los 10 millones de euros, pese a que inicialmente se había presupuestado en 148 millones de euros. Según Font, la Generalitat y el Ministerio de Fomento trabajan para que el proyecto definitivo esté completamente acabado el próximo año, por lo que los autobuses tendrán un carril segregado a su entrada por la Diagonal.
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