López acusa al Gobierno de “echar en un saco sin fondo” los 50 millones de ayudas
El cierre de Fagor "va a suponer una debacle para la marca Euskadi en su conjunto", afirma
El secretario general del PSE, Patxi López, ha acusado al Gobierno vasco de actuar de forma "poco rigurosa" en la crisis de Fagor Electrodomésticos y de "echar en un saco sin fondo" los 50 millones de fondos públicos que inyectó a la empresa.
López afirma en una entrevitsa en Europa Press que la situación de Fagor "no es de ahora", sino que "viene de hace tiempo". "Todo el mundo se daba cuenta de que el sector de los electrodomésticos era un sector en crisis, con dificultades, porque hay una competencia internacional mundial brutal y, en nuestro caso, porque, una vez que se pincha la burbuja inmobiliaria y se dejan de construir nuevos pisos, las ventas caen de manera estrepitosa", añade.
A su juicio, "desde ese origen de todo este problema, se tenía que haber estado haciendo un plan de viabilidad que ajustara la dimensión de la empresa para salvar lo que se podía salvar". En este sentido, reitera que Fagor también pidió ayudas al Ejecutivo que él encabezó, pero insiste en que éste le exigió que, "antes de darle recursos públicos, debía tener encima de la mesa un plan de viabilidad". "Un Ejecutivo no puede coger los recursos y el dinero de todos y meterlo en un saco sin fondo que no sirva para nada, que es lo que ha pasado con los 50 millones que este Gobierno vasco ha dado a Fagor del fondo Ekapen para empresas productivas, que se ha utilizado para tapar agujeros, de los bancos o de quien sea, pero sin un plan de futuro y viabilidad", asevera.
Tras preguntarse cómo se van a recuperar ahora "esos 50 millones" de las arcas públicas, apunta que se trata de "una actuación poco rigurosa, por no decir otra cosa del Gobierno". A su juicio, el Ejecutivo del PNV "tenía que haber exigido, primero un plan que garantizara el futuro de la empresa, y después sí ayudar".
El líder de los socialistas vascos no entiende alguien conceda ayudas "a ciegas", sin garantías, y ha considerado "algo irresponsable hacerlo y lo que no puede ser" es que, después de inyectar el dinero, se reclame un plan de viabilidad.
En este sentido, apuntado que, "a partir de ahora, lo que corresponde es, entre todos, y especialmente entre las Administraciones y el grupo Mondragón, ver cómo se minimiza el impacto de lo que supone el cierre de Fagor" porque "va a suponer una debacle para una zona de este país y también para la marca de Euskadi en su conjunto".
López recuerda que Mondragón "tiene otras divisiones de otros sectores dentro del grupo" y debería "hacer un esfuerzo para incorporar" a los afectados de Fagor. No obstante, advierte de que "no vale incorporar a unos socios despidiendo a otros trabajadores porque no resolvería el problema". Pese a la situación de la empresa, emplaza a defender el sistema cooperativo porque, "que haya fallado Fagor, no quiere decir que falle el sistema". "Por encima de todo, creo que las cooperativas y ese espíritu siguen teniendo mucho sentido", remata.
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