El museo del Marqués de Dos Aguas cierra salas por falta de personal
La sección dedicada a la cerámica abre solo algunos días a la semana
El Museo Nacional de Cerámica, ubicado en el palacio del Marqués de Dos Aguas en Valencia, recibe al visitante con una sorpresa: “Permanecerá cerrada en el día de hoy la sección de cerámica”, reza un cartel en cinco idiomas junto a las taquillas. Pero ese “hoy” es más la regla que la excepción. Desde el mes de septiembre, cuando terminó la contrata de personal con una empresa privada, el Museo Nacional de Cerámica no sabe cuándo va a poder abrir o cerrar su sección principal porque, según confirma el Ministerio de Educación y Cultura, hay una carencia de personal que impide abrir el museo completo manteniendo las condiciones de seguridad sobre las piezas artísticas. “Ha tenido usted mucha suerte de poder ver la sala principal porque esta semana ha estado abierta solo dos días”, decía un trabajador.
El Palacio del Marqués de Dos Aguas, un impresionante edificio rococó en el centro de Valencia, alberga el Museo Nacional de Cerámica. Con sus dos plantas, el museo es un atractivo turístico que ha recibido más de 95.000 visitas en lo que va de 2013. La planta baja alberga un patio de carruajes en el que se conserva una enorme carroza de ninfas y una silla de manos del siglo XVIII. La primera planta, con el mobiliario y la decoración originales del palacio, recuerda los salones versallescos. Un cordón amarillo en la escalera de la sala gótica indica que la planta superior está cerrada. “Hoy” la sección de cerámica no se puede visitar.
“No está planificado cuándo podremos abrir o cerrar. Depende de la cantidad de personas que estemos trabajando ese día. Vaya llamando y le diremos si está abierto, para que no tenga que venir usted en balde”, decía servicial un empleado del museo uno de los días de cierre. El Ministerio de Cultura explica que el 31 de agosto de 2013 terminó la contrata con una empresa de seguridad y desde entonces hasta ahora, durante casi dos meses, el personal que ha permanecido trabajando es el funcionario. Fuentes del ministerio aseguran que el cierre de la sala comenzó en octubre y no en septiembre como cuentan los trabajadores. Cultura explica que la decisión de cerrar la sala al público se ha tomado porque el personal actual no es suficiente para garantizar la seguridad del museo al completo y se ha preferido no correr riesgos con los “bienes de titularidad estatal que hay que proteger”.
El 18 de octubre el ministerio convocó un concurso “para el servicio de visitas guiadas”. La convocatoria permite presentar ofertas hasta el 4 de noviembre por lo que, según el ministerio, hasta mediados de dicho mes la situación no estará resuelta. Aunque Cultura no explica cuál ha sido el motivo exacto de esta falta de previsión, la mayoría de trabajadores aluden a la falta de presupuesto. El ministerio lanza un mensaje: “Somos plenamente conscientes de que falta personal y es un momento en el que hay que pedir paciencia y solidaridad”.
El Ministerio de Cultura pide a los visitantes paciencia y solidaridad
Un cabrito picassiano grabado en un plato interroga al visitante con sus ojos saltones esculpidos por el propio pintor malagueño. A su alrededor, azulejos persas del siglo XIII compiten en belleza con loza dorada valenciana del siglo XVI, fondos de mayólica de Florencia (Italia) o una inmensa cocina construida con los azulejos originales de varias de ellas. Visitar el museo ahora es gratis. El ministerio explica que esta decisión se ha tomado de manera temporal para compensar al visitante por el cierre de la sala que da sentido al museo.
Los trabajadores, que no quieren dar sus nombres para evitar conflictos laborales, explican que nunca había ocurrido nada igual. Con sus más de 20 salas, eran 6 las personas que se dedicaban a la vigilancia uno de los días en que el museo permanecía abierto por completo. “No nos podemos multiplicar”, decía una trabajadora. “Nunca sabes cuántos vamos a ser porque si de repente un día uno se pone enfermo, ese día, a lo mejor, ya no se puede abrir la planta de arriba”, decía otra. El cierre de la segunda planta está afectando más allá de los visitantes locales: “Llaman muchas veces las personas de información turística preguntando si va a estar abierto el museo y para saber si a los grupos les vamos a poder atender”.
Els Banys, clausurados
Els Banys de l’Almirall, ubicados en la calle del mismo nombre en Valencia, es un edificio medieval destinado al baño público hasta el siglo pasado y protegido ahora como bien de interés cultural. Construidos cerca de 1313, su estructura es la típica de un baño árabe de vapor o hammam: vestíbulo o sala de descanso; tres estancias abovedadas (sala fría, templada y caliente); letrinas y sala de la caldera. Las bóvedas disponen de lucernas estrelladas que dejan pasar la luz. En 1959 cerró sus puertas tras funcionar durante más de seis siglos como baño público. Tras el deterioro sufrido por los distintos usos y transformaciones, en 1985 la Generalitat compró el edificio y decidió rehabilitarlo invirtiendo pco más de un millón de euros. Cuatro años después del inicio de las obras, en marzo de 2005 se abrió al público como museo y miles de personas pudieron visitarlo. Pero no duró mucho tiempo.
Declarado Bien de Interés Cultural en 2010, el cartel pegado en la fachada resume su situación actual: "Este establecimiento permanecerá cerrado hasta nuevo aviso. Perdonen las molestias". El teléfono de contacto de la página web municipal no permite contactar con sus gestores directos y algún ciudadano ha decidido dejar el mensaje escrito in situ: Açó és una vergonya! Açó només passa ací! ["¡Esto es una vergüenza! ¡esto solo pasa aquí!"].
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