La violencia de género debe combatirse desde el ámbito educacional

La ley contra la Violencia de Género, de 2004, fue un gran avance cuando entró en vigor hace casi un década. Es una ley transversal que debe empapar todo y a todos; sin embargo, su desarrollo en el largo plazo se ha olvidado. "Se han adoptado medidas a corto y medio plazo contra la violencia de género, pero ¿se ha progresado tanto en los ámbitos educativo y sanitario?", plantean como punto de partida cuatro especialistas durante un desayuno de trabajo con responsables de la Cadena SER y EL PAÍS, patrocinado por el Banco SabadellCAM.

En el encuentro han participado Gabriela Bravo, portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Estefanía Navarrete, Inspectora coordinadora del Grupo de Atención de Malos Tratos de la Policía Local de Valencia, Cristina Nadal, coordinadora del Centro Mujer 24 horas, y Pilar Gil, abogada de la Fundación para la Atención de las Víctimas del Delito y Encuentro Familiar (Favide).

"Cuando se produce una muerte, es un fracaso del sistema. Tenemos que trabajar más el ámbito educacional", subraya Gabriela Bravo, portavoz del CGPJ. "Tenemos que ser capaces de formar a los jóvenes para que no sigan reproduciendo patrones de violencia", insiste a la vista del aumento de casos del maltrato entre los jóvenes. 

Bravo ha llamado especialmente la atención sobre las víctimas silenciosas de la violencia de género, que son los menores, en ocasiones en contacto con el maltrato desde que nacen. "Son tanto los niños que reciben de forma indirecta esa violencia física y psíquica, que acaban reproduciéndola", ha dicho.

Estefanía Navarrete, coordinadora del programa GAMA de la Policía Local, ha apuntado que la ley de 2004 solo se ha desarrollado a corto y medio plazo. "Ámbitos como sanitarios y educacionales no se han desarrollado. Nos hemos quedado en ese camino, con ese parche", ha defendido la inspectora, que pide campañas de prevención contra la violencia entre los menores. "Hay que trabajar en el colegio, en casa y en todos los ámbitos", remacha.

"Ellas [las víctimas de violencia de género] son un todo, no podemos desmembrarlas. Es necesaria una asistencia integral", aboga Navarrete.

Cristina Nadal, coordinadora del Centro Mujer 24 horas, conoce el problema desde la base. Al centro llegan muchas víctimas antes de que denuncien a sus agresores y muchas de ellas no saben los derechos que les asisten y otras ni siquiera se sienten víctimas. "Una víctima de violencia de género es una mujer dañada, pero no es débil porque ha creado unos sistemas de supervivencia increíbles", enfatiza Nadal.

La abogada Pilar Gil, de Favide, no vacila cuando diagnostica que está fallando la detección y prevención de los casos. "No se trata solo del mundo educativo, es la sociedad entera la que fallamos. La sociedad no nos hemos concienciado de que los casos de violencia de género es material sensible como el terrorismo", afirma rotunda.

La cuatro coincidieron en la necesidad de revisar el tratamiento de los casos de maltrato en los medios de comunicación y han planteado la necesidad de que existan comités evaluadores, con capacidad ejecutivo, para poder retirar programas que de algún modo fomentan la discriminación de género.