El juez pide a la Guardia Civil que analice la escopeta que pudo herir a Quintana

El juez que instruye el caso de Ester Quintana —la mujer que perdió un ojo tras la huelga general del 14-N— ha introducido en la investigación a la Guardia Civil. Francisco González Maíllo ha encargado a la Benemérita que analice las características de la escopeta de pelotas de goma que utilizó uno de los dos mossos imputados por las lesiones de la mujer, que aseguró haber lanzado dos salvas (disparos sin proyectil) en la zona donde cayó herida. Tanto Quintana como el informe forense sostienen que la mutiló una pelota de goma de los Mossos, pero Interior niega que esa jornada se usase ese tipo de munición.

En su auto, el magistrado justifica la decisión de darle a otro cuerpo policial la investigación para garantizar “el debido equilibrio de intereses y los derechos de la acusación particular”, así como “para que no pueda ser cuestionada la necesaria imparcialidad y objetividad de los peritos”.

La prueba pericial que ha ordenado el juez responde a una solicitud de la defensa de los agentes imputados, y que ejerce el Departamento de Interior. En concreto, los guardias civiles deberán especificar el sistema de balística de la escopeta, la cadencia de tiros posible, explicando el tiempo entre detonaciones, y los pasos a seguir para disparar una pelota de goma o una salva.

El juez también ha aceptado, a petición de Interior, que declaren ante el juzgado los tres trabajadores del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) que atendieron a Quintana cuando cayó herida, en la confluencia de la calle de Casp con el paseo de Gràcia.

Es la segunda investigación esta semana que afecta a los Mossos d’Esquadra y que acaba en manos de otro cuerpo policial. La titular del Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona ha encargado al Cuerpo Nacional de Policía que investigue las circunstancias en las que murió Juan Andrés Benítez, que falleció después de ser reducido por los Mossos d’Esquadra, en el barrio de El Raval.

El consejero de Interior, Ramon Espadaler, salió ayer al paso de estas dos decisiones, y defendió la “objetividad” de los Mossos d’Esquadra para “analizar cualquier caso”. Y defendió, en respuesta parlamentaria al diputado de ICV-EUiA Jaume Bosch, la condición “evidente y rotunda” de policía judicial de los Mossos.

El titular del Juzgado 11 del caso de Quintana matiza en su auto que es “incuestionable la competencia, profesionalidad y capacidad de los Mossos d’Esquadra para realizar informes periciales de armas”. Pero a pesar de eso, e insistiendo en que no se pueda cuestionar en un futuro la fiabilidad de ese trabajo, decide encargárselo a la Guardia Civil, lo que no ha sentado bien en las filas del Departamento de Interior.