La acusación pide 5 años para el mosso que mató de un tiro a un vecino de Olot
El abogado de la víctima considera que se trató de una actuación “claramente desproporcionada”
La familia del vecino de Olot que el año pasado murió después de que un cabo de los Mossos d’Esquadra le disparara en el pecho ha pedido para el policía una pena de cinco años de cárcel. La acusación particular considera que se trató de una actuación “claramente desproporcionada” tanto por los medios utilizados como en la forma de usarlos. El fiscal, la defensa del policía y la aseguradora de la Generalitat piden su absolución.
La acusación particular considera que el cabo, Xavier P.C. cometió un delito de homicidio al disparar su arma reglamentaria, pero a pesar de ello le aprecia una eximente incompleta de legítima defensa, porque la víctima llevaba un cuchillo en la mano. Por su parte el fiscal y la defensa también le consideran autor de un delito de homicidio, pero en este caso consideran que la víctima estaba “agresiva y exaltada” y debe aplicársele la eximente completa de legítima defensa. Por ello solicitan la libre absolución del agente.
Según el escrito de conclusiones provisionales de la acusación particular, los hechos sucedieron sobre las 19.30 horas del 10 de marzo del año pasado, en los bajos del número 84 de la calle de les Tries de Olot. El 112 recibió una llamada alertando que había un hombre que precisaba de asistencia sanitaria porque había tomado un número indeterminado de barbitúricos. Al llegar al piso, el personal del SEM pidió apoyo policial porqué el paciente estaba “agresivo” y además no le podían atender porqué tenia un cuchillo en la mano.
Al menos dos patrullas de mossos acudieron al domicilio. Entre ellos el cabo 2832, que fue al comedor donde estaban la víctima y su hijo de 4 años. En un momento determinado, cuando había cuatro policías en el comedor, Tirado se dirigió hacia el cabo llevando el cuchillo “en la mano izquierda a pesar de no ser zurdo, sin que haya quedado claro si en aquel momento concreto esgrimía el cuchillo o lo llevaba colgado de la muñeca con un cordel”.
Ese fue el momento en el que el cabo, percibiendo una situación de peligro y sin previo aviso desenfundó el arma y disparó contra la víctima, “conocedor –según la acusación particular- de que el disparo muy probablemente impactaría en el cuerpo de Tirado y podría causarle la muerte y asumiendo esta probabilidad”. La bala le impactó en el tórax y le provocó “inexorablemente” la muerte por shock hipovolémico. La rápida asistencia de los servicios sanitarios presentes en el piso no pudo salvarle la vida.
Para el letrado de la acusación particular, Benet Salellas, debe destacarse que “ninguno de los tres otros agentes presentes disparó el arma ni en defensa de su integridad física ni para defender al cabo”. En esta misma línea, también subraya que antes de disparar, el cabo tuvo que cargar el arma introduciendo un cartucho en la recámara y desactivando el fiador manual. Salellas recuerda en su escrito que el cabo había recibido formación para la utilización de armas de fuego y que sabía que en situaciones como la vivida debía disparar a “zonas no vitales”, como establece la normativa interna del cuerpo policial.
Además de los 5 años de privación de libertad, la acusación también le pide la inhabilitación absoluta y la prohibición para llevar armas durante seis años. En concepto de responsabilidad civil, pide que el acusado, la Generalitat y su aseguradora sean condenados a indemnizar con 150.000 euros al hijo y a la mujer de la víctima y con 75.000 euros a su madre. El juicio, con jurado popular, llegará a la Audiencia de Girona en febrero.
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