Las concesionarias piden peajes en la M-50 para rentabilizar sus radiales
Todos los grupos políticos, incluido el PP, coinciden en que la solución a la falta de uso de las autopistas de pago no es trasladar el coste a otros usuarios
Tomar una carretera de pago para ahorrar tiempo es un lujo que los conductores de la capital no pueden, o no se quieren, permitir, así que las empresas concesionarias proponen instalar peajes en la M-50 para rentabilizar sus radiales y esquivar así la quiebra.
El presidente de la patronal de concesionarias de autopistas de peaje (Aseta), José Luis Feito, ha expuesto este lunes que la viabilidad de las radiales sería una realidad si “se tarificara” [poner peajes] esta vía de circunvalación cuya construcción y mantenimiento asumieron las constructoras como contrapartida a la concesión de las radiales.
Feito tilda de “absurdas” las previsiones de tráfico con las que nacieron muchas de esas autopistas y de desorbitados los costes de las expropiaciones que se hicieron para construirlas. Unos argumentos con los que coinciden los grupos políticos de la Comunidad de Madrid, que consideran que se debe a una nefasta previsión. Pero replican que eso no es motivo para que los paguen los contribuyentes o los usuarios de la M-50.
El coordinador de Izquierda Unida en Madrid, Eddy Sánchez, recuerda que los madrileños ya están pagando los llamados “peajes en la sombra, es decir dinero público que va a sostener empresas que han fracasado en su negocio”. Por su parte, José Manuel Franco, responsable de Transportes del Grupo Parlamentario del PSOE, aduce que si las concesionarias hubiesen “obtenido los ingresos previstos no habrían aportado ni un solo euro al erario público, con lo que, cuando uno asume un riesgo, debe ser con todas las consecuencias”.
En opinión del presidente de la patronal de empresas, las cuentas de compensación y los préstamos participativos, unido a la implantación de peajes en algún punto, garantizaría la viabilidad del sistema concesional español sin necesidad de crear una sociedad estatal que asuma a las autopistas en quiebra.
Un funcionamiento que la portavoz de la comisión de transporte de UPyD, Loreto Ruiz de Alda, considera “erróneo”, ya que el Estado es el avalista de las concesionarias y finalmente la cuestión reside en trasladar el coste a los usuarios con peajes, como pide Feito, o tener que rescatarlas desde las arcas públicas. Además, la diputada señala las dificultades técnicas para implementar un sistema de peajes en la M-50 “por la cantidad de entradas y salidas que tiene”.
Es una cuestión en la que están de acuerdo todos los grupos políticos regionales, incluido el PP, cuyo portavoz en la Comisión de Transporte, José Cabrera, asegura que “no hay ningún interés por parte de la Comunidad de llevar a cabo el establecimiento de peajes en las carreteras ni de encarecer la movilidad de los madrileños”. Cabrera pasa la responsabilidad al Gobierno central, que es el organismo responsable de esta vía. “Debe darse una negociación entre el Estado y las propias concesionarias, pero estoy seguro de que hay otras alternativas que no impliquen trasladar los costes al usuario. Son empresas grandes que tienen intereses cruzados en diferentes ámbitos y seguramente cabe una negociación”.
Los responsables del Ministerio de Fomento no han querido hacer ninguna declaración.
Sobre la creación de una entidad similar a la extinta Empresa Nacional de Autopistas, el presidente de Aseta ha señalado que desconocía cuál iba a ser la propuesta definitiva. Inicialmente, estaba previsto que el valor residual de estas concesiones representase el 20% del capital de la empresa, en tanto que el 80% restante será controlado por la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre (Seittsa).
Por su parte, Feito ha calificado de “inviable” un sistema en el que el 80% de las autopistas españolas no tengan peaje.
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