María del Mar González, nueva comisionada del Polígono Sur

El Consejo de Gobierno aprobará el martes el nombramiento de María del Mar González, profesora de Psicología en la Universidad de Sevilla, como nuevo Comisionado del Polígono Sur de Sevilla, el organismo que coordina los trabajos del Ayuntamiento, la Junta y el Gobierno central en la zona más desfavorecida de la ciudad.

El comisionado estaba vacante desde junio pasado, cuando Jesús Maeztu dejó el cargo para ser nombrado defensor del Pueblo andaluz. Según avanzó ayer el consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, aunque el nombramiento corresponde al Gobierno andaluz, la elección de la profesora de la Universidad de Sevilla ha sido consensuada con el gobierno local. “Damos respuesta desde el nivel de diálogo necesario, sin enfrentamientos, como corresponde”, señaló el consejero.

Otras fuentes señalaron, sin embargo, que el gobierno municipal y el autónomo han tenido más de un rifirrafe a cuenta de la designación del sustituto de Maeztu. Cada Administración tenía sus candidatos y la difusión hace tres semanas del nombre de María del Mar González como posible elegida sentó mal en el Ayuntamiento. Pero los contactos que han mantenido en las últimas semanas las dos administraciones han desembocado, finalmente, en la designación de esta profesora universitaria como nueva comisionada.

Plan integral

González es licenciada es doctora en Psicología y profesora titular de Psicología Evolutiva y de la Educación. Se ha especializado en infancia y adolescencia y en modelos familiares no convencionales, como los monoparentales, madres solteras o familias de madres lesbianas y padres gays.

En el Polígono Sur, la nueva responsable del Comisionado tiene la tarea de impulsar el plan integral que puso en marcha su antecesor hace diez años. Al dejar el cargo, Maeztu consideró que ya había sido desplegado el 50% del plan, pero diversos colectivos que trabajan en la zona reclaman desde hace meses un nuevo impulso a los trabajos porque, aseguran, la labor desarrollada hasta ahora no ha dado los frutos que se esperaban.

La muerte, el pasado mes de agosto, de una niña de siete durante un tiroteo en el barrio de las Tres Mil Viviendas, reavivó las críticas de los vecinos, que reclamaron que se cubriera cuanto antes el puesto que había dejado vacante Maeztu.