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DEBATE SOBRE LA ORDENANZA DE CONVIVENCIA

Lo que pedían los vecinos

Comerciantes, residentes y colectivos discrepan entre ellos sobre las multas de la ordenanza En una reunión con el consistorio habían pedido desde incautar coches a un ‘botellódromo’

María, una anciana octogenaria que pedía ayer limosna en la Gran Vía.
María, una anciana octogenaria que pedía ayer limosna en la Gran Vía.Carlos Rosillo

Durante la elaboración de la nueva ordenanza de convivencia, que se aprobará a principios de 2014, el Ayuntamiento de Madrid (PP) mantuvo seis encuentros privados con representantes de 64 entidades vecinales, empresariales y sociales (invitó a 129), para lograr el mínimo común múltiplo de posturas a veces muy distantes.

Las asociaciones que defienden los derechos de las prostitutas se oponen a multar al cliente. Los vecinos, en cambio, piden que se impida la presencia de meretrices en sus barrios, incluso llegando a sancionarlas. Los comerciantes no quieren ni mendigos en la puerta de sus locales, ni vendedores de latas o bocadillos en la calle. Hosteleros y vecinos exigen castigos ejemplarizantes. Algunas asociaciones pretenden regularizar también los comportamientos en espacios privados de uso público. Y todos temen, en fin, que, de lo hablado, nada; y requieren medios para el cumplimiento efectivo de la norma. Este es un resumen de esos encuentros a partir de las actas, a las que ha tenido acceso este periódico.

Prostitución y mendicidad. La ordenanza prevé multas de hasta 750 euros a clientes de servicios sexuales, que pueden llegar a 3.000 para quienes promuevan la práctica junto a colegios; en ningún caso se sancionará a las meretrices. Hubo cierto consenso entre las entidades consultadas en separar prostitución y mendicidad del resto de asuntos tratados en la norma (orinar en la calle, monopatines, regar plantas, etcétera), hasta el punto de regularlos en otra ordenanza diferente; el Ayuntamiento ha optado por incluirlo todo en la misma.

Debate sobre multas. Las entidades que trabajan con prostitutas y personas sin hogar quisieron evitar que la norma fuera exclusivamente punitiva (se opusieron a multar a mendigos, clientes y meretrices); aunque finalmente no lo es, sí es cierto que el apartado de sanciones es concreto y detallado, mientras que la parte social es vaga y ocupa pocas líneas.

Las asociaciones de comerciantes se quejaron de llevar años “sufriendo” la mendicidad frente a sus negocios, lo que “les llevaba a un enfrentamiento directo por no haber un marco regulatorio en el que pudiera basarse la policía para las denuncias”. Al agradecimiento por la norma, sumaron la propuesta de “incentivar a los negocios que favorezcan su cumplimiento”. La ordenanza castiga con hasta 750 euros a quienes pidan limosna frente a centros comerciales; la mendicidad organizada o con acoso prevé multas de hasta 3.000 euros; también se sanciona a los vendedores de pañuelos (750 euros) o limpiadores de parabrisas en semáforos (1.500).

Chinas y más jóvenes. En el caso de la colonia Marconi (Villaverde), donde ejercen la prostitución unas 300 mujeres, empresarios y vecinos pidieron que se saque a los clientes de allí con medidas contundentes (incluso quitarles el coche). Por contra, las asociaciones que defienden a las prostitutas señalaron que regular esta práctica no es competencia municipal, y pidieron que se proteja a las mujeres, resaltando que cada vez son más jóvenes y se está extendiendo a colectivos como la población china. Pidieron espacios públicos donde puedan trabajar en buenas condiciones de salubridad e higiene, “para no depender de otras personas”. Y les preocupaba que se sancione al cliente en la calle, pero no en los clubes.

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Respecto a las personas sin hogar, las asociaciones sociales incidieron en que los albergues no están preparados para dependientes, que “no tienen alternativa”; así, “las sanciones no resuelven el problema sino que lo esconden”.

Botellón y ruido. Algunas asociaciones propusieron crear un botellódromo, como en otras ciudades, para evitar el ruido y la suciedad del consumo del alcohol en la calle. El Ayuntamiento se opone a esta idea. También se denunció el problema de los hombres-anuncio y de las personas disfrazadas en el centro (la ordenanza no lo aborda), y se propuso incautarse del instrumento a los músicos callejeros sin permiso (no se contempla). Las asociaciones de vecinos sugirieron que se responsabilice a los comerciantes de lo que ocurre a la puerta de su local (la norma no recoge nada al respecto).

Temores generales. Casi todos se mostraron preocupados por los medios del Ayuntamiento para hacer cumplir la ordenanza, e insistieron en que su objetivo no fuera recaudatorio; el área de Asuntos Sociales ha negado lo segundo, y ha avanzado que no habrá más policías en las calles.

Los participantes. A los encuentros, celebrados en enero y mayo, acudieron, entre otros, la Cámara de Comercio y la patronal; la asociación de hostelería La Viña; los empresarios de ocio nocturno; asociaciones de comerciantes (Preciados, Ballesta, Villaverde, Gran Vía, Villaverde, Triball, Príncipe Pío); la Confederación de Comercio Especializado; Mercadona; la Asociación de Cadenas de Restauración Moderna; la Federación de Asociaciones de Vecinos y varias de estas (Chueca, Ópera, Dehesa de la Villa, Cavas, Justicia, Lavapiés, Montera, Plaza Mayor); el Colectivo y la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales; la Federación de Asociaciones y el Comité de Entidades de Personas con Discapacidad; Cruz Roja; ASISPA; Cruz Blanca; Acción en Red; la Asociación para la Atención a la Mujer Prostituida; Hetaira; el centro de atención Concepción Arenal; o la Asociación de Afectados por las Cundas de Embajadores.

Las sanciones que ya existen

La nueva ordenanza de convivencia entrará en vigor a principios de 2014, pero varias de las infracciones que pretende castigar ya están recogidas en la normativa municipal y pueden ser objeto de multa hoy mismo.

Tirar desperdicios al suelo (chicles, papeles, colillas, etcétera); lavar el coche en la vía pública; sacudir alfombras en la acera; ensuciar regando las plantas o dando de comer al perro en la calle; escupir; o no limpiar lo que ensucie su perro constituyen una infracción leve castigada con hasta 750 euros de multa en la Ordenanza de Limpieza de Espacios Públicos. Orinar o defecar en espacios públicos es una infracción grave, con multa de hasta 1.500 euros; en la nueva ordenanza pasa a ser leve (750).

Hacer hogueras; llevar el perro sin correa donde no está permitido; practicar juegos molestos o dañinos; acampar; hacer un uso inadecuado de los bancos y el mobiliario urbano; y bañarse en las fuentes está castigado en la ordenanza de Protección del Medio Ambiente, pero solo en el ámbito de los parques; la nueva norma lo amplía a toda la ciudad, lo que cambia mucho las cosas, por ejemplo, en la prohibición de acampar: ya no se refiere al Retiro sino también a la puerta del Sol.

Llevar perros peligrosos sin cadena y bozal, o tener mascotas en casa que supongan riesgos higiénicos o para la seguridad de las personas son infracciones leves según la ordenanza de Protección y Tenencia de Animales, que prohíbe, además, tener más de cinco gatos en casa.

El uso inadecuado de fuentes y estanques (por ejemplo, para practicar el modelismo) está castigado por la ordenanza de Gestión y Uso Eficiente del Agua.

Así, las principales novedades de la ordenanza de convivencia se circunscriben a las multas para clientes de prostitutas y mendigos, los comportamientos discriminatorios, la venta de bienes (pañuelos) o servicios (limpiar parabrisas) en los semáforos, y el traslado de toxicómanos a puntos de venta (cundas).

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