Puig convoca a un gran pacto por el cambio y para “salir del pozo”
El secretario general del PSPV pide al partido que sea “motor” de la alternativa al PP
Con un 30% de paro, una Generalitat en “bancarrota” y un Gobierno del PP “del que nadie espera nada”, la Comunidad Valenciana necesita que se tomen “medidas drásticas” para evitar un colapso económico y social. La situación, según la describió este sábado el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, “no está para florituras” y exige un “gran pacto para salir del pozo” y lograr el cambio político en la Generalitat.
Puig urgió a un amplio acuerdo social para “hacer viable el autogobierno, la Generalitat, generar empleo y garantizar el Estado del bienestar”, y explicó que ha convocado el lunes —en vísperas del 9 d’Octubre— a representantes sociales, empresarios, sindicatos y universidades para impulsarlo. El dirigente socialista pretende que la propuesta incluya los “temas fundamentales para el futuro de los valencianos” más allá del “interés partidario”. “Estamos hablando de acuerdos para cambiar. La alternancia higiénica es una condición necesaria para salir de la crisis”, destacó.
En su intervención ante el Comité Nacional del partido —máximo órgano entre congresos—, Puig denunció que el PP, en apenas un mes, “ha sido capaz de empeorar la educación pública”, romper el consenso estatutario y “permitir resignado que Rajoy discrimine a los valencianos con un reparto injusto de las inversiones” en los Presupuestos.
Frente a ello, Puig reivindicó el trabajo del PSPV para presentar una alternativa de regeneración democrática y salida de la crisis, y defendió que la sociedad empieza a demandar un cambio y percibe a los socialistas “como los responsables del próximo Gobierno de la Generalitat”. “Ahora esperan respuestas. Exigen saber cómo vamos a solucionar los problemas”, afirmó. Puig ve al PSPV “en actitud de pregobierno” y pidió al partido que sea el “motor” del cambio y explique su proyecto, al tiempo que advirtió: “[Los ciudadanos] saben que vamos a ser determinantes, pero nada está ganado”.
Puig presentó una propuesta de “reacción económica” que exige la revisión “inaplazable” de la financiación autonómica; compensar la deuda histórica; el rescate de servicios básicos que han sido privatizados; la supresión de 147 altos cargos y una nueva estrategia contra el paro. La medida más llamativa es una reforma del sistema tributario que prevé aumentar los impuestos de donaciones y sucesiones a los receptores de grandes herencias y transmisiones patrimoniales, y la supresión del tramo autonómico del IRPF a los que ganen menos de 12.000 euros al año, lo que beneficiaría a 700.000 valencianos.
La propuesta fue aprobada por el Comité Nacional en un debate en el que hubo 18 peticiones de palabra, la mayoría de apoyo al documento. El alcalde de Faura y exportavoz socialista en la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, en una línea más crítica, invitó a una “reflexión” sobre la oferta de rebajar impuestos a parte de la población frente al principio de que cada uno contribuya en la proporción que le corresponde.
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