_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Construir un equipo

En los últimos ocho días el Deportivo sumó cinco autos judiciales y seis puntos, así que hay motivos para la esperanza: todavía manda la pelota

En los últimos ocho días el Deportivo sumó cinco autos judiciales y seis puntos, así que hay motivos para la esperanza: todavía manda la pelota. La mirada hacia la clasificación reconforta más que enfocar hacia las togas y la tropa de Fernando Vázquez se agarra de manera admirable a sus opciones. Ayer derrotó al Hércules en Alicante por 0-2 con goles de Borja Bastón, que luego se marchó lastimado y disparó las alarmas porque un catarro en la delantera deportivista es como una pulmonía en cualquier otro club. Siete goles en siete partidos bastan para situarse en la parte noble de una categoría mustia en la que proliferan futbolistas con un nivel equivalente al de la Segunda B de hace tres años y en la que el Deportivo, sobrio y pródigo en ayudas defensivas, no provoca ensoñaciones, pero sí invita a que su gente duerma tranquila porque el esfuerzo y la dedicación suelen tener premio y en mayor medida cuando no confrontan al talento.

Construir equipos no es sencillo en un mundo tan voluble como el de que se deriva del rodar de un balón. Encontrar resultados mientras se mezcla la argamasa permite llegar al punto más deseado por los estrategas de los banquillos, ese momento en el que la paciencia se instala en su entorno. Claro que esa paciencia debe ser recíproca. Es lo que ha ocurrido en Lugo con Quique Setién, que mientras tiene vedado el único destino que le haría perder la cabeza se ha convertido en una suerte de Ferguson miñoto. Acaba de cumplir 55 años, edad en la que el canón contemporáneo empieza a marcar fronteras de jubilación, pero una cata a ciegas de los primeros veinte minutos del Lugo el sábado pasado ante el Las Palmas revelaría el aroma de ese fútbol que patrocina esa nueva corriente de técnicos sin canas que aspiran a calzarse los mismos trajes italianos de Guardiola. Setién es un transgresor, siempre lo fue y siempre le sacudieron por ello, por decir lo que otros por miedo, prudencia o politiqueo (que pueden llegar a ser tres sinónimos) no se atreven a verbalizar. La exposición pública siempre invita a apretar el corsé y aparcar la juvenil inconsciencia. Sí, quedar bien ofrece réditos, pero Setién ya hace tiempo que eligió otro camino, el de la franqueza. Por eso semeja más joven y fresco que nadie, por eso hace unas semanas prendió un pequeño incendio entre el deportivismo más sensible cuando apuntó que el club coruñés se merecía un castigo por haber competido durante tiempo en un nivel al que su economía le impedía llegar, justo lo que Lendoiro había criticado dos años atrás respecto a equipos como Betis o Zaragoza.

Setién no se calla y habla ante los micrófonos con la misma crudeza que otros lo hacen al oído. “Es penoso que los clubes asfixiados económicamente miren sólo en éste momento hacia la cantera. Si vuelven a tener dinero se olvidarán de los chavales otra vez”, reflexionó este verano ante el marasmo vivido en tantos clubes. Un vistazo a la trayectoria de los futbolistas del Lugo que propinaron un soberano revolcón al ambicioso Las Palmas (3-0, con goles de Pita, Rennella y Víctor Díaz) ofrece pistas sobre lo que ha armado el preparador cántabro. Tan sólo Lolo Pavón, Dani Mallo e Iván Pérez han logrado debutar en Primera, categoría por la además pasaron de puntillas. Manu, Víctor Marco, Víctor Díaz, Seoane, Peña o Carlos Pita acumulan comparecencias en Segunda B más que en otros niveles, en equipos en los que a la mayoría no les pedían salir jugando desde atrás y abordar posiciones de ataque agrupados para trabajar de inmediato la recuperación tras pérdida. El primer gol del Lugo el pasado sábado le retrata como a pocos, los centrales sacaron la pelota y está circuló en continuos apoyos hasta Pita e Iván Pérez (dos productos de Abegondo anteriores al furor canterano en el Deportivo) tejieron una pared que dejó al primero ante el gol. Pocas veces Setién se debió sentir tan orgulloso como viendo la exhibición de sus chicos el sábado. Precisión con la pelota, presión sin ella. Siempre quedarán quienes argumenten que ese plan sólo funciona con futbolistas superlativos en lo técnico. ¿Podrían esos mismos negacionistas garantizar que al Lugo le iría mejor siguiendo otro mapa?

El Lugo crece. La ciudad, también la comarca, empieza a latir en rojiblanco como nunca hasta ahora lo había hecho. La entidad da pequeños pasos en cuestiones administrativas, de márketing, merchandising o presencia social. Y ahí está Quique marcando el camino, ejerciendo de manager en una entidad en la que el presidente asume un perfil bajo y delega el mando en profesionales. “Los resultados están bien, pero hay cosas que éste club tiene que ir mejorando para no sustentarse en arenas movedizas”, dejó caer tras sumar 13 puntos de 21. Llegará el día en que se vaya, seguramente a su Cantabria del alma. Entonces será el momento de percibir el verdadero calado de su aportación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_