Cosmopoética echa la vista atrás

Fue una de esas casualidades tristes que a veces usa la literatura como arranque para una obra. Ocurrió el lunes, el mismo día en que se inauguró la décima edición de Cosmopoética, la fiesta de los poetas en Córdoba. Esa mañana se conoció la muerte del escritor colombiano Álvaro Mutis, que había sido el máximo representante de las letras invitado en la edición de 2009. Mutis dejó para el recuerdo unas palabras de elogio a una ciudad que había afianzado lo que muchos consideraban una locura solo seis años antes: la celebración de una cita anual especializada en la poesía.

“Lo he repetido muchísimo, pero es que no tengo otra manera de decirlo. Vivo Córdoba como un milagro, es una ciudad de tal belleza... Escribí un poema que se llama En una calle de Córdoba que es toda mi impresión, toda mi visión de ella como ciudad y como presencia. Es una urbe llena de vida y su gente me atrae muchísimo, son muy especiales. Son andaluces, pero más centrados, están más alerta”, dijo en el discurso de clausura de hace cuatro años.

Cuando en 2003 el Ayuntamiento de Córdoba impulsó Cosmopoética, de la mano de Manuel Pérez, fueron pocos los que apostaron por su continuidad. Pero una década después, el festival celebra sus 10 años, superando las resacas presupuestarias y los vientos adversos. Para celebrar que ha llegado a buen puerto, Cosmopoética opta este año por echar la vista atrás y hacer balance. Y para ello, nada mejor que publicar un libro: una antología de 130 poetas internacionales que han pasado por la ciudad. Y Mutis, claro, no podía faltar.

“Esto es el reflejo de 10 años de vida poética de una ciudad donde aparentemente nunca pasa nada”. José Antonio Luque, periodista de Canal Sur Radio, presentaba así la antología que Cosmopoética ha preparado, con la edición del Ayuntamiento, la coordinación de El Dispensario y el diseño de Zum Creativos, para celebrar su décimo cumpleaños.

La presentación se realizó el pasado día 23 en el Palacio de Orive, el lugar que, junto al salón de los Mosaicos del Alcázar, ha acogido a la mayoría de los autores que ha participado en el encuentro Poetas del mundo en Córdoba, como se ha subtitulado, desde su nacimiento, Cosmopoética.

Incertidumbre superada

El concejal de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón, del PP, siempre ha mostrado su agradecimiento a los anteriores gestores, de IU, que crearon e impulsaron el festival. La antología publicada es, para él, “un homenaje al festival de una ciudad con tradición poética y de acogida”. Y es que muchos daban por sentenciada a Cosmopoética cuando, hace dos años, coincidió el fracaso de la candidatura de Córdoba a ser capital cultural europea en 2016 y la llegada del Partido Popular al gobierno local. Pero en su cargo de edil, Moreno Calderón se tomó como algo personal mantener todo el calendario cultural e incluso ampliarlo en otoño. A esta estación trasladó Cosmopoética el año pasado —siempre se había celebrado en primavera— y añadió una cita más: el Festival de Cine Africano.

Otra de las decisiones de Moreno Calderón fue poner la coordinación literaria de Cosmopoética en manos del escritor Joaquín Pérez Azaústre, quien por segundo año consecutivo se ha puesto al frente de la organización. “Tratamos de seguir abriéndonos a la ciudad, volviendo a la idea de origen, que era superar las barreras tradicionales de la poesía, diversificar sus espacios y generar nuevos territorios. Volver a la calle”, afirma el poeta y novelista. Mirando el camino recorrido en las anteriores nueve ediciones, Azaústre destaca “el respeto” que le suscita una ciudad que ha sido capaz de mantener semejante evento que, en principio, está destinado a minorías.

“Cuando el año pasado me propusieron dirigir Cosmopoética, pensé que iba a limitarse a solo un año. Nunca imaginé que se fuese a repetir”. ¿Repetirá en 2014? ¿Se abrirá el año que viene una nueva etapa distinta de Cosmopoética? “No me atrevo a hacer ningún vaticinio pero sí sé lo importante que va a ser tener presente toda la experiencia acumulada para seguir haciéndolo mejor la próxima vez”, zanja diplomáticamente.

Cosmopoética se mira este año al espejo. Y no solo al de sus pasados 10 años, sino al reflejo de toda la tradición rapsoda de la ciudad. Y, especialmente, a la que representó Cántico en los años cincuenta. Un grupo de poetas que tiene a Pablo García Baena como único superviviente, junto al pintor Ginés Liébana. “Sigo intentando hacer poemas y ser joven, y hacer vida con los poetas jóvenes de la ciudad”, dijo en la inauguración del festival que le rinde homenaje. “Mi único mérito es la edad”, musitó, restándose importancia, el autor de 92 años. García Baena leyó un poema inédito, Rosas, que aparecerá en una antología de su obra que la editorial Visor está a punto de publicar y con la que, asegura, vuelve a sentirse joven. “Me trato con todos los poetas de la ciudad, y parece que me quieren”, bromeó.

No todo es poesía en Cosmopoética. La música, que siempre ha estado presente en todas sus ediciones, adquiere en esta una dimensión especial con 10 actos con la poesía como protagonista. La mayoría están encuadrados dentro del programa Mester de Juglaría y se desarrollan en el Teatro Góngora, abarcando los más diversos estilos musicales. El viernes fue el turno de Pauline en la Playa y le siguió, el sábado, el conciertos de Casa Ruibal. Mañana lunes será el turno de Antonio de Egipto & Añadidos, quienes darán paso a Andrés Neuman y Juan Trova (martes). Chico Herrera, Manuel Cuesta y Amancio Prada completarán el plantel musical durante la semana que culminará el 6 de octubre, en el Salón de los Mosaicos del Alcázar de los Reyes Cristianos, con Martirio junto al poeta Juan Cobos Willkins quienes podrán el punto y final a esta edición de Cosmopoética.