_
_
_
_

La agencia que dejó La Fortuna sin viajes

Detenida por estafa la dueña de la única empresa turística del barrio de Leganés tras al menos ocho denuncias por dejar a los vecinos sin vacaciones

Acceso cerrado a la agencia La Fortuna, en el barrio de Leganés de igual nombre.
Acceso cerrado a la agencia La Fortuna, en el barrio de Leganés de igual nombre.carlos rosillo

Carlos Fernández y Esther Azañón se casan el 5 de octubre. Para el viaje de novios habían elegido pasar diez días en Tenerife con todo incluido. Contrataron el paquete por valor de 1.708 euros en la agencia La Fortuna, en el barrio de Leganés del mismo nombre, y desde marzo han ido pagando poco a poco cada mes. El pasado 9 de septiembre fueron a dar los últimos 200 euros y se encontraron la agencia cerrada y pintadas de “ladrona” y “estafadora” en la fachada.

Ese mismo día su dueña, Beatriz Fernández Arranz, era detenida por estafa. Hay más de ocho denuncias de vecinos que no han podido disfrutar de los viajes que le pagaron y además debe miles de euros a decenas de proveedores y varios meses de alquiler del local y el piso en el que vivía antes de desaparecer de la noche a la mañana.

La Fortuna es un barrio de unos 12.000 habitantes que hace vida de pueblo. Se encuentra aislado por algo más de un kilómetro de carretera del resto de Leganés y la M-40 le separa de Carabanchel por el norte. Acodados en la barra del bar, en el mercado y en la panadería, los vecinos se dedican al dicen que dicen sobre la única agencia de viajes que había en el barrio.

“Nadie quiere reconocer que le han estafado, pero a mí no me importa”, cuenta Carlos Fernández por teléfono después de poner la denuncia en comisaría. “No tengo dinero para pagarme otro viaje de bodas, así que cogeré el coche y daré vueltas por España”, dice resignado.

La propietaria debe también el alquiler del local y del piso donde vivía

Ana Bullido es otra vecina del barrio que tuvo un poco más de suerte y llegó a recuperar el dinero. Llegó a Benidorm el 16 de agosto con su pareja y su hijo pero en el hotel no había ninguna reserva a su nombre. Furiosa volvió a Madrid y quedó con Beatriz Fernández al día siguiente para que le devolviera el dinero. Como se retrasó más de una hora a la cita, se fue a su casa a buscarla. “En el barrio nos conocemos todos y sabía dónde vivía”, cuenta Bullido, de 33 años.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

“Todos los días entran tres o cuatro personas preguntando”, comentan en la peluquería contigua a la agencia. Lo mismo pasa en el Bar Goyo y en la tienda de alimentación de la esquina de enfrente. En el número 47 de la avenida de la Libertad, alguien se ha molestado en tapar con pintura blanca los grafitis que cubrían toda la fachada lateral del local. En la puerta conviven los carteles que anuncian viajes, con el de “cerrado por vacaciones hasta el día 7 septiembre”. Pero nunca volvió a abrir.

El 30 de agosto Beatriz Fernández Arranz había salido hacia Galicia con un grupo de vecinos del barrio. El viaje costaba 395 euros por persona, ella era la guía y tenían previsto volver el viernes 6 de septiembre. Fernández no acabó ese viaje, dijo que se había puesto enferma y volvió en tren a Madrid dejándose todos sus efectos personales en el hotel y pidiendo al conductor del microbús, de la empresa Bus Banet que había contratado, que siguiera la ruta sin guía.

“Todavía no he puesto la denuncia porque tenía la esperanza de llegar a un acuerdo”, explica Begoña Landa, que gestiona esta empresa familiar de transporte, a la que le debe 2.695 euros por el servicio. “Al principio me ponía excusas, pero hace días que no me coge el teléfono”.

A ese mismo número están llamando los dueños del local a los que les debe tres meses de alquiler. Está a nombre de una mujer de 86 años pero lo gestionan sus hijos. “A mi madre le está generando un gran perjuicio, es su único ingreso”, cuenta Maribel. La misma historia por parte del propietario del piso en el que vivían en el número 3 de la plaza del Carmen, a escasos 100 metros del local. “Estaban pagando 600 euros y me deben cinco meses, un total de 3.000 euros”, explica por teléfono el dueño desde San Sebastián.

El 9 de septiembre Beatriz Fernández Arranz y un joven que trabajaba para ella, fueron detenidos acusados de un delito de estafa, según confirma la policía. Declararon en el Juzgado de Instancia e Instrucción número 4 de Leganés y fueron puestos en libertad a la espera de juicio porque las partes demandantes no solicitaron medidas cautelares.

Beatriz Fernándes, en un vídeo promocional de Leganés TV.Vídeo: YOUTUBE

Beatriz Fernández y su pareja se instalaron en el barrio hace unos cinco años. Habían montado un bar que no funcionó y poco después abrieron la agencia. Llevaron a los vecinos a Gandía, Benidorm, Galicia, pero también a París, Ámsterdam, México o Costa Rica. “Yo me he ido varias veces con ellos de vacaciones y todo fue perfecto”, cuenta Francisco Cordobés López, de 77 años y vicepresidente de una asociación de vecinos del barrio. “Una vez llegué y el hotel no estaba reservado, pero me consiguió otro de más categoría y ella pagó la diferencia de 400 euros”.

Es una historia que cuentan varios de los vecinos del barrio. La agencia contrataba los viajes a través de mayoristas que, al no recibir el dinero por adelantado, no llegaban a formalizar la reserva pero, en el pasado, consiguió solventar este tipo de situaciones haciendo transferencias en el momento, hasta que dejó de hacerlas.

“Al último que se deja en la calle es al cliente”, cuenta José Luis Muñoz, el presidente de la Asociación Empresarial Grupo Europa Viajes al que pertenecía esta agencia y cuyo logotipo está pintado en su fachada junto a las pintadas de “ladrona”. “Ha dañado mucho nuestra imagen y hemos empezado un proceso de expulsión”, explica Muñoz. Esta asociación, a cambio de una cuota mensual de 100 euros, le ofrecía albergar su página web, una intranet para la gestión y el servicio de correo electrónico. Sin embargo, no se hace responsable de la gestión de los más de 400 establecimientos adscritos.

“Nosotros hemos intentado dar solución a los clientes de esta agencia que nos llamaban, especialmente los que estaban en lugar de destino”, cuenta Muñoz que tampoco ha conseguido contactar con la dueña.

"Se están diciendo barbaridades, esto va a acabar conmigo", dijo Beatriz Fernández en una breve conversación por teléfono en la que se le pedía su versión de los hechos. Quedó en consultar con su abogado pero a partir de entonces su teléfono estuvo apagado el resto de la semana.

También se consiguió su supuesta nueva dirección en la localidad de Parla. Al llamar al timbre y preguntar por Beatriz, un hombre contestó: “No, aquí no vive. Pero, ¿quién eres?”. Se le preguntó por qué le interesaba si ahí no vivía ninguna Beatriz y su respuesta fue: “Era solo por saber”. Al explicarle que se trataba de una periodista investigando sobre la agencia de La Fortuna el hombre empezó a ponerse nervioso y acabó gritando: “¡Que te pires tronca que, si no, llamo a la policía!”.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_