Agenda de la semana
Del concierto de Vicente Amigo, en Córdoba; a la obra 'Tomás Moro, una utopía', en Sevilla
La tierra de Vicente Amigo
Vicente Amigo vuelve a su casa. Será el 21 de septiembre cuando el guitarrista afincado en Córdoba presente su último disco, Tierra, en el Teatro de la Axerquía, a las 22.00. El séptimo trabajo de estudio de Amigo es, en sus propias palabras, un disco más personal, un disco en el que se ha dejado el corazón y el alma en cada acorde de cada nota. “Creo que el resultado merece la pena”, señala. En el álbum, que se compone de piezas como Prólogo y epílogo o Bolero a los padres, ha intervenido un plantel internacional de músicos de primera fila, como Guy Fletcher (productor y teclados), que fue teclista de Dire Straits y es colaborador inseparable de Mark Knopfler; Danny Cummings (percusión y batería) y Mike McGlodrick (flauta y gaita). Los temas de Tierra que sonarán en la Axerquía lo harán de la mano de Amigo y algunos de los colaboradores del disco, en una de las pocas fechas que podrán reunirse todos.
La agonía de Moro
Tras su estreno en el festival de Almagro, la obra Tomás Moro, una utopía llega a Sevilla. Esta versión del texto de William Shakespeare, realizada por el dramaturgo Ignacio García Mayo, lo hace de la mano de la directora Tamzin Townsend. La historia comienza y termina en el mismo y trágico momento: las horas previas a la ejecución de este pensador, teólogo y político. La obra realiza un recorrido retrospectivo por los instantes más importantes de su vida. Se representa del 19 al 21 de septiembre en el Teatro Quintero (20.30).
El reto de ser revelación
El malagueño Pablo López lleva a sus espaldas una responsabilidad. La que le han impuesto los visionarios y peritos de la música, quienes le han augurado ser el artista revelación de 2013. Ha asumido el reto con entereza, con el apoyo de la industria, pero sin grandes estridencias. Por eso ofrece pequeños, íntimos y sentidos conciertos, en los que presenta las canciones de su primer disco, 11 historias y un piano. El viernes estará en la sala Babylonia de Cádiz, a las 22.30, y el sábado, en Córdoba, en el Góngora Café, a la misma hora. Su carrera ha dado los bandazos necesarios pero sin perder el norte: ha pasado por Operación Triunfo y ha disfrutado del anonimato de la composición para otros artistas.
Un cierre con sabor jerezano
El bailaor jerezano Antonio El Pipa homenajea los compases flamencos de su tierra y de Málaga en Jeregueño, un montaje ideado para la clausura de la tercera Bienal de Arte Flamenco de Málaga, que echa el cierre el miércoles 18 de septiembre en el Teatro Cervantes (21.00). La compañía de El Pipa, con Claudia Cruz y Macarena Ramírez, en el cuerpo de baile; y Enrique El Extremeño y Morenito de Íllora, al cante, entre otros, fusiona los compases jerezanos y malagueños en un espectáculo en el que el bailaor y coreógrafo pasa de la soleá a la rondeña, de la bulería al abandolao y de la seguiriya a la malagueña con su baile gitano puro y auténtico. Por este estilo, la crítica lo ha señalado como sucesor de los veteranos bailaores Antonio Gades, Mario Maya o El Güito. La Bienal de Arte Flamenco de Málaga se despide tras 29 semanas recorriendo la provincia de la mano de más de 200 artistas, entre ellos, Miguel Poveda, Farruquito, Manolo Sanlúcar o Arcángel, y con 147 actividades.
Viaje a las huellas del doctor Olóriz
Hay tantos tipos de huellas dactilares como personas en el mundo. Son un rastro difícil de borrar. Al ladrón se le puede cazar por el simple despiste de no haberse puesto guantes, y su rastro le delataría. La Policía Científica utiliza el método Olóriz para identificar a las personas a través de sus huellas, una técnica que fue creada por el granadino Federico Olóriz (1855-1912). El doctor y científico revolucionó la ciencia al identificar 100.000 huellas y reducirlas a cuatro tipos de dactilogramas. Gracias a su trabajo, localizar hoy a cualquier persona es mucho más rápido y eficaz.
A propósito de Olóriz es una muestra que pretende acercar al visitante la figura, la vida y las aportaciones del doctor a la ciencia. En el pabellón Viaje al cuerpo humano del Parque de las Ciencias de Granada, se encuentran más de 100 piezas entre manuscritos, fotografías, audiovisuales e instrumentos de medición que nos descubre cómo era Olóriz. Una persona especialmente meticulosa, en algunos casos excesiva, que con 13 años se inventó un lenguaje encriptado y a los 14 ingresó en la Universidad. Los objetos originales, las fotografías con su amigo Santiago Ramón y Cajal o los tres documentales que se proyectan se podrán ver hasta mayo de 2014.
