Trias planea unos Juegos de Invierno de 3.262 millones
Más de un tercio del presupuesto serviría para mejorar las conexiones con el Pirineo La villa olímpica de Barcelona estaría en La Marina del Prat Vermell
La oficina técnica que lidera la candidatura de Barcelona-Pirineos para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 se reúne el próximo lunes en Madrid con los representantes del Comité Olímpico Español. Se trata del primer encuentro después del batacazo de la capital española en su objetivo de ser olímpica en 2020. Y la primera cita tras las declaraciones del alcalde Xavier Trias (CiU): “Tokio y Estambul son ciudades contra las que solo puede competir, en España, Barcelona”. La capital catalana llega al encuentro con su dossier de candidatura a punto: el presupuesto total de los Juegos —incluidas infraestructuras— sería de 3.262 millones de euros y una parte clave del proyecto será la mejora de las conexiones entre Barcelona y el Pirineo, que deberán asumir el Gobierno central y la Generalitat.
Barcelona trabaja en su candidatura desde 2010. La idea, del exalcalde Jordi Hereu (PSC), ha sido continuada por Xavier Trias (CiU) y cuenta con el apoyo de todo el Consistorio, salvo Iniciativa. Sería la primera vez que una ciudad sea sede de los juegos estivales e invernales. El espíritu de los alcaldes, quitando la sordina soberanista de Trias, es que Barcelona debe poner su marca y prestigio en la organización de eventos deportivos al servicio del Pirineo. “Esta propuesta, a diferencia de la de 1992, no persigue un proceso de transformación urbana radical, ya que se desplaza el foco del potencial modernizador de los juegos al polo pirenaico”, dice el borrador de la candidatura. La organización calcula ingresar 1.205 millones de euros por patrocinios publicidad y otros conceptos, aunque el Consistorio dice que no hay nada cerrado.
El texto dice que una de las apuestas de la candidatura, que competirá con Oslo (Noruega) y Munich (Alemania), es la austeridad, la misma estrategia madrileña. Por ello apuesta por reciclar escenarios de 1992 y construir pocos nuevos. En Barcelona se harían las competiciones de hielo, y las de nieve, en la Cerdanya. Los Juegos de invierno incluyen siete deportes, en 15 disciplinas. Algunos, como los saltos de esquí; el biatlón (tiro y esquí de fondo); el luge y el bob (deportes con trineo) y el patinaje de velocidad no tienen ni instalaciones ni programas deportivos en Cataluña, según el Plan estratégico de deportes de invierno de la Generalitat, 2012.
El Estadio Olímpico volvería a albergar las ceremonias de inauguración y clausura. En el Palau Sant Jordi se realizarían las competiciones de pista corta y patinaje artístico. El curling tendría como sede el Palau Municipal y el Velódromo de Horta albergará el hockey femenino. Adaptar las instalaciones costaría un total de 63 millones de euros.
Las instalaciones deportivas en cinco sitios diferentes de la Cerdanya ascienden a 265 millones de euros
Los dos equipamientos pendientes de construir serían el anillo de velocidad —43 millones de euros— y el nuevo Palau Blaugrana, cuya construcción depende del Barça, y donde estaría el hockey masculino. Su coste es de 113 millones. Las instalaciones en cinco sitios diferentes de la Cerdanya ascienden a 265 millones de euros. La villa olímpica de Barcelona se levantaría en la Marina del Prat Vermell, junto a la Zona Franca, y costaría 150 millones. La del Pirineo será en La Molina, será desmontable y costará 150 millones.
Más de un tercio del presupuesto total, 1.233 millones, irán a mejorar la conexión viaria y ferroviaria entre Barcelona y la montaña. El resto se repartiría entre telecomunicaciones (125 millones), ceremonias (70 millones) y personal (170 millones) y sistemas de gestión medioambiental (17 millones), entre otras partidas.
La oficina técnica defiende que las mejoras en transportes ya están incluidas en planes de la Generalitat y el Ministerio de Fomento, por lo cual las excluye de su presupuesto. Se desdoblaría la línea de tren hasta Vic y mejorarían las vías C-16 y C-17. Ir en tren desde Barcelona a las pistas de Puigcerdà toma tres horas. Se exige que la distancia entre sedes no supere las dos horas.
El fracaso de Madrid ayuda a Barcelona, aunque el ambiente está enrarecido por las declaraciones de Trias. El equipo catalán liderado por Enric Truñó —edil encargado de los Juegos de 1992— también tendrá que buscar el apoyo de la Real Federación Española de Deportes de Invierno. La Generalitat ha querido desmarcarse pero lo cierto es que no ha parado de apoyar con subvenciones la candidatura y de denominarlo “gran objetivo de país”. Eso sí, todos miran al cielo: la irregularidad de la nieve en el Pirineo es algo que ninguna administración puede controlar.
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