Los Mossos escoltan la salida de ambulancias en el segundo día de paro
Los sindicatos denuncian la vulneración del derecho de huelga en Bellvitge
“¡Mi padre tiene el fémur roto y lleva más de un día esperando a que lo saquéis de aquí!”. La desesperación se reflejaba anoche en las caras de los familiares de un enfermo a las puertas del servicio de urgencias del hospital de Bellvitge. El segundo día de huelga en el sector de las ambulancias rompió la normalidad que reinó en la primera jornada con algunos momentos de tensión. Una cuarentena de trabajadores intentaron impedir durante la tarde de ayer la salida de varias ambulancias al considerar que el hospital estaba vulnerando su derecho a la huelga. La dirección del centro recurrió a los Mossos d’Esquadra que, apostados a la entrada del hospital, tuvieron que escoltar a los vehículos.
El hombre, de 79 años, se fracturó el lunes el fémur al caer mientras estaba ingresado en el vecino hospital oncológico Duran i Reynals. Pasó toda la noche en Bellvitge y casi todo el día de ayer, sin entrar en quirófano. “Nos dijeron que este hospital no le correspondía y que tenía que ir a Sant Boi”, explicó una de las hijas. Pero cuando el vehículo de la empresa concesionaria Ambulancias Condal tenía que trasladarle, los piquetes no quisieron dejarle salir. “No es un servicio urgente incluido en los mínimos garantizados. ¿Por qué no le operan aquí? Lo que pasa es que por los recortes tienen muchas plantas cerradas”, se quejó Narcís García, presidente del comité de empresa de Condal.
Los sindicatos denunciaron que el decreto del Departamento de Empresa y Ocupación que regula la huelga, convocada para protestar por la rebaja del 9,2% del sueldo a los 4.800 trabajadores del sector, no incluye el transporte entre hospitales no urgente. En todo caso, es el centro el que debe calificarlo así y el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) el que debe enviar un vehículo propio. El decreto establece que las empresas deben garantizar el traslado “en casos de urgencia”, incluidas “las peticiones interhospitalarias”.
Tras un par de horas de rifirrafe y varios intentos de mediación, los Mossos escoltaron a la primera ambulancia sobre las nueve de la noche. La policía catalana envió dos furgones y varias patrullas para garantizar la salida de los vehículos. Al lado, los piquetes lamentaron la situación. “¡Es penoso!”, gritaron. “No sabemos si ha habido presión por parte de la dirección del hospital hacia la empresa”, lanzó García. La familia del enfermo se fue de Bellvitge aliviada hacia el hospital general de la orden hospitalaria de Sant Joan de Déu, en Sant Boi de Llobregat.
Poco después, otra ambulancia salió hacia el hospital de Viladecans con un enfermo que acudió a Bellvitge para que le realizaran un escáner, explicaron los representantes sindicales. De nuevo, se repitió la escena de tensión entre policía y piquetes. El Departamento de Salud manifestó que “ningún paciente” ha quedado desatendido por la huelga en el sector.
El paro de cuatro días finalizará este jueves día 12. Los sindicatos mayoritarios (CC OO, UGT y USOC) reclaman a la patronal del sector (Acea) que retire el tijeretazo salarial que aplica desde el mes de julio de forma unilateral. Los empresarios, por su parte, han denunciado la “intransigencia” de los sindicatos. El conflicto dura ya varios meses. La escalada de tensión alcanzó un pico en agosto, cuando varios vehículos fueron incendiados y otros fueron objeto de diversos sabotajes.
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