Rigau dará becas comedor a todos los niños con “privaciones alimentarias”
La partida aumentará un 5,6%, lo que se traducirá en hasta 3.500 ayudas más Otra partida presupuestaria extraordinaria permitirá cubrir todos los casos detectados
“Todo alumno que tenga una privación alimentaria tendrá beca comedor”. Así de contundente se expresó ayer la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, tras meses de peticiones de partidos y entidades que reclamaban el aumento de estas ayudas ante las reiteradas alertas por casos de malnutrición infantil. Rigau anunció que la partida destinada a estas ayudas crecerá este curso de los 32,2 a los 34 millones de euros (un 5,6% más), pero el importe continúa siendo inferior a los 40 millones de 2010.
El aumento de la partida permitirá conceder entre 2.000 y 3.500 becas, dependiendo de la cuantía de la ayuda, que se sumarán a las 64.000 actuales. No obstante, estas ayudas adicionales no llegarán ni de lejos a cubrir todas las peticiones. Por este motivo, Rigau también se comprometió a activar una partida extraordinaria para repescar a los alumnos que se hayan quedado sin beca porque el consejo comarcal correspondiente haya agotado sus fondos.
Los entes comarcales son los organismos que gestionan las becas comedor. Muchos ya han resuelto la convocatoria de este curso, que empieza en una semana. Pero todos trabajaban con la misma partida económica que el año pasado, así que miles de alumnos se quedarán sin beca, después de que las solicitudes hayan aumentado notablemente debido al empobrecimiento de las familias, según han alertado los propios consejos comarcales. Solo dos ejemplos de las comarcas más pobladas: en el Vallès Occidental se quedarán fuera unos 4.600 alumnos, después de que las peticiones hayan subido un 13%; en el Baix Llobregat ha aumentado el 20% la demanda y alertan que no podrán llegar a unos 2.000 niños.
La Generalitat se ha comprometido a rescatar a estos alumnos que se hayan quedado fuera y estudiará cada caso. Si presentan una “privación alimentaria” —algo que determinarán los Servicios Sociales—, se les adjudicará una beca de forma automática, que puede llegar a cubrir el 100% del importe (6,2 euros) en los casos más extremos. Hasta ahora la mayoría de becas solo cubren la mitad del menú escolar.
Miles de alumnos se quedarán sin beca, después de que las solicitudes hayan aumentado debido al empobrecimiento de las familias
Enseñanza es prudente a la hora de hacer una previsión sobre cuántos alumnos deberá rescatar y, por consiguiente, cuánto dinero deberá destinar a ello. Rigau se mostró convencida de que su departamento podrá asumir esta financiación, a pesar que durante la primera mitad del año ha tenido que recortar el gasto el 10%.
Paralelamente, Enseñanza ha iniciado un proceso de homogeneización, que culminará el año que viene, de los criterios para conceder estas becas, que fijan los consejos comarcales. Actualmente, la disparidad es tal que cada uno puede contar de forma diferente los miembros computables de la familia o tener en cuenta o no el patrimonio a la hora de calcular la renta de los beneficiarios. “Una familia con una renta determinada puede tener beca en una comarca, pero en otra no", ejemplificó Rigau. Para este curso Enseñanza ya ha enviado a los consejos las instrucciones para que calculen igual las rentas.
Por otra parte, este curso la Generalitat volverá a convocar —no lo hizo el año pasado— las ayudas para comprar material escolar y reutilizar libros de texto. Se destinarán seis millones procedentes del Ministerio de Educación (3,7 del año pasado y 2,3 del actual), que no serán entregados a las familias, sino a 1.023 escuelas e institutos de zonas castigadas económicamente, el 20% del total.
Protocolo contra la malnutrición
Los Departamentos de Enseñanza y Bienestar Social han firmado con las entidades municipalistas un protocolo de actuación ante “eventuales situaciones de dificultad en la alimentación”. El documento se enviará a las escuelas y recoge los pasos a seguir por directores de escuelas y ayuntamientos en estos casos.
Algunos expertos aplauden la existencia del protocolo porque sistematiza las acciones, pero recuerdan que muchas escuelas y ayuntamientos ya actúan como marca el documento. Además critican la falta de concreción. “Solo explica líneas estratégicas y le falta mucha concreción, como las pautas que los directores deben seguir para detectar la malnutrición”, opina David Nadal, coordinador de la comisión de infancia del Colegio de Trabajadores Sociales de Cataluña. Nadal, sin embargo, alaba que el protocolo “haga visible una realidad que los profesionales ya habíamos detectado”.
La malnutrición se está convirtiendo en el problema más acuciante para el próximo curso. El Ayuntamiento de Barcelona cifró, con una encuesta a los colegios, en 2.865 los niños con deficiencias alimentarias. Rigau descarta hacer un estudio similar porque considera que los menores en riesgo de malnutrición son los que ya piden la beca comedor. Enseñanza no facilita esta cifra, pero si hay 64.000 becas concedidas y 7.000 rechazadas solo entre el Vallès Occidental y el Baix Llobregat, la cifra se podría acercar a los 80.000, sumando el resto de comarcas.
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