La Cineteca celebra sus números

Ahora que el cine está cada día más huérfano de salas, que no termina por lanzarse definitivamente a por nuevos formatos de exhibición, La Cineteca de Matadero, dedicada al cine documental, celebra tiempos de bonanza. Desde que el nuevo equipo liderado por Mikel Olaciregui y Vicente Mozo cogió sus riendas, prácticamente ha duplicado el número de espectadores, según anunciaron ayer en la presentación de la programación de otoño 2013.

Entre noviembre y julio, 36.840 personas se sentaron en sus butacas y desde marzo ha fidelizado a 4.000 espectadores mensuales. Anoche, tras el descanso estival, se inauguró la temporada con un nuevo reto: llegar a los 5.000 cada mes.

Para Mozo, la programación, la coprogramación y la política de precios, 3,5 euros la entrada, han sido las claves para atraer a más público y haber conseguido más de un 40% de ocupación de media. “No buscamos rentabilidad económica”, matizó. “Tenemos un público que confía en nuestra programación, que viene a ciegas”, añadió. Olaciregui, por su parte, argumentó que la intención no es hacer competencia a cines consagrados. “Preferimos salas llenas que menos públicos con precios más altos”, aseguró.

La Cineteca se presenta como una oportunidad para trabajos estrenados en festivales nacionales o internacionales, pero que no han encontrado hueco en los circuitos comerciales, como La Plaga, de Neus Ballús, sobre la vida en la periferia de Barcelona, o Las maestras de la República, de Pilar Pérez Solano, dos de los cinco estrenos de los jueves.

“El documental tiene una particularidad. Atrae a los que le gusta el género y también al interesado en la temática. Estoy seguro, por ejemplo, de que muchos aficionados al flamenco vendrán a ver Bajarí (Eva Vila, 2013)”, aseguró Olaciregui.

Este nuevo año también se mantienen las colaboraciones de socios estratégicos como el programa de Radio 3 El Séptimo vicio, que propone Barón Rojo, la Película (J. San Cristóbal y J. Paniagua, 2013) o el canal de cine TCM, que apadrina Casting By (Tom Donahue, 2012), que se proyecta esta noche. Los festivales temáticos son otro de los núcleos de la programación. Eventos como el Bycicle Film Festival o el Lesgay Cinemad pasarán por las dos salas de la Cineteca: la sala Azcona y la recientemente bautizada como Borau, en homenaje al cineasta José Luis Borau, fallecido el pasado noviembre y que desde este año tendrá un lugar reservado en este templo para los amantes del cine, en el que él siempre creyó.

Una filmoteca en la cabeza

A. Nieto

De las salas españolas al Festival de Cannes y de ahí a Matadero. El documental Con la pata quebrada, de Diego Galán, crítico y ex director del festival de San Sebastián, inauguró ayer el nuevo curso de La Cineteca. Un recorrido histórico de la mirada del cine español sobre la mujer desde los años 30 hasta la actualidad. "Un punto de vista sobre cómo el cine ha visto a la mujer", explica Galán.

El documental se proyectó en la pasada sección oficial de Cannes Classic —donde fue la única representación española— y estará próximamente en el de Toulouse, entre otros. Con la pata quebrada, narrado en orden cronológico, es un montaje dinámico con 180 películas españolas desde clásicos como El negro que tenía alma blanca (1934), de Benito Perojo, hasta Blog (2010), de Elena Trapé. Galán cuenta que para hacer este viaje se centró más en películas populares que en aquellas "más elaboradas". "El cine popular es más inmediato, habla más de la actualidad". Un cine que ha ido acumulando en su cabeza como si en ella tuviera una filmoteca. "Si me preguntan cuánto he tardado en hacerla puedo decir que unos meses o toda la vida".

"Estoy muy contento de que la película se vuelva a estrenar. La Cineteca ha cogido un brío extraordinario desde hace un año". Con la pata quebrada estará en cartel hasta el próximo domingo. Hasta entonces, un aviso de boca de su director: "Dura una hora y media, así que abróchense los cinturones".