Feijóo ignora a toda la oposición y se niega a explicar los donativos al PP

No hace ni medio año que Alberto Núñez Feijóo andaba de micrófono en micrófono reclamando a su partido una explicación pública sobre el caso Bárcenas y un ofrecimiento de disculpas a los ciudadanos. Ahora, cuando las acusaciones del extesorero del PP le salpican a él mismo, el presidente de la Xunta ha optado por el método que antes reprobaba. La voluntad de Feijóo de enterrar el asunto sin una explicación pública, con la ayuda del silencio informativo sobre el caso en Galicia, quedó clara este martes en el primer día de actividad en el Parlamento gallego. El PP bloqueó las peticiones de toda la oposición para que Feijóo aclare ante la Cámara si tiene constancia de que su partido ingresó en 2005 1,8 millones de euros en donativos opacos de empresarios que recibieron contratos de la Xunta presidida por Manuel Fraga.

 El pasado 1 de agosto, tras el último Consello de la Xunta antes de las vacaciones, Feijóo elogió públicamente el gesto de “transparencia” de Mariano Rajoy al comparecer en el Congreso de los Diputados para hablar del caso Bárcenas. Pero a esa misma hora, en la Diputación Permanente del Parlamento, el PP vetaba una solicitud de la oposición para que el presidente de la Xunta hiciese lo mismo ante la Cámara gallega. Días antes, este periódico había publicado que en 2006, cuando Feijóo ya dirigía el PP gallego, el entonces gerente del partido, Modesto Fernández, envió un escrito a la sede nacional en el que detallaba una supuesta contabilidad b con los donativos en dinero negro recibidos para la campaña de las elecciones autonómicas del año anterior. El propio Bárcenas entregó ese documento en la Audiencia Nacional.

Durante todo agosto, el PP se cerró en banda. Se negó a ofrecer cualquier clase de explicación y anunció que Feijóo no comparecería ante la Cámara para emular el gesto de “transparencia” de Rajoy. Lo anunciado se consumó este martes, en la reunión de la Junta de Portavoces del Parlamento que preparó el primer pleno parlamentario tras las vacaciones.

El portavoz del PP, Pedro Puy, se afanó en justificar la negativa de su grupo. “El asunto forma parte de un procedimiento judicial que está bajo secreto”, señaló Puy. “Ni conocemos el documento del que se está hablando ni qué valor probatorio tiene. Y los empresarios aludidos lo han negado. Es verdad que las responsabilidades políticas son distintas de las judiciales, pero para eso tenemos que discutir sobre hechos y aquí no tenemos ningún hecho probado”. Según Puy, el verdadero propósito de la oposición no es esclarecer las acusaciones sino simplemente “desgastar al presidente”.

La oposición clamó contra la actitud de Feijóo, que el nacionalista Francisco Jorquera comparó con el borrado de los ordenadores que Bárcenas dejó en la sede del PP. El socialista Abel Losada recordó que la Xunta ya ha incumplido el plazo legal de un mes para que remitiese al Parlamento el listado de todos los contratos con las empresas que supuestamente financiaron al PP. El PSdeG reiteró este martes la petición. Xosé Manuel Beiras, de AGE, sacó a relucir su habitual contundencia: “Los delincuentes están en La Moncloa. Esto es como si Al Capone estuviese en la Casa Blanca”. Con todo, AGE forzará a Feijóo a contestar sobre el asunto en una primera sesión de control al presidente, pero con un formato más reducido que apenas facilita el debate.

La Cámara tampoco va a investigar el accidente de tren de Angrois. El PP lo rechaza porque alega que el Gobierno gallego no tiene competencias sobre la red ferroviaria. Y el PSdeG también es reacio porque cree que los representantes de la Administración central se negarán a colaborar con la comisión, como ya ocurrió con la investigación sobre las cajas. AGE y BNG, pese a todo, llevarán la solicitud al pleno de la Cámara para forzar a que PP y PSdeG expliquen sus posturas.