Re-volver al pasado

1. Plaza de Toros de Las Ventas. Nací en ese barrio y me fui a los seis años a Alicante. Siempre me pregunté cómo sería tocar ahí. Un sueño para cualquier artista. Finalmente pude hacerlo realidad en 1995. Fue una cosa brutal. No se puede explicar.

2. Gran Vía. Soy un enamorado de las películas españolas de los años 60. Esa España me fascina, me parece que tenía una entidad propia. ¡Cómo estaba el país en aquella época! Cada vez que vengo flipo. Era una calle que tenía ínfulas de ser la quinta avenida de Nueva York. Tiene algo mágico y eso brutal para una ciudad.

3. Restaurante La Trainera. Aquí me he comido el mejor rodaballo de mi vida. Y mira que soy de mar. Me comí hasta la piel y ya hay que tener valor para comérselo así. Pero es que lo cocinan como si fuese una viruta, tostada, sabrosa, como a torrezno. Me acuerdo que le dije al maitre: “¿Si paso a cocina me vais a decir cómo coño hacéis esto? Y me dijo rotundamente: “No” (Lagasca, 60).

4. Teatro Circo Price. Por toda la historia que tenía y tiene este lugar. Por Miguel Ríos, por todo lo que ha hecho ahí durante años y años. La primera vez que toqué en el Circo Price me pareció un paso adelante. Una piedra más en el camino de la vida de un músico. Son pequeños triunfos. Son, en definitiva, lugares inolvidables (Ronda de Atocha, 35).

5. Plaza Mayor. Me pasa un poco como en la Plaza de Jamaa el Fna de Marrakech (Marruecos). Todo ocurre ahí y todo ocurre a la vez. Yo lo llamo the world in a box (el mundo en una caja). Cuando todas las cosas convergen en un mismo sitio con todo tipo de personas, es para pedirte un café y ver pasar la vida.

6. Cuesta de Moyano. Siempre que tengo hueco me gusta ir a comprarme algún ejemplar por esas librerias. Al fin y al cabo, todos los sitios los relacionas con una historia personal. 

7. Estación de Atocha. Cuando has nacido en una ciudad como Madrid y te vas con seis años y vuelves con 20, cuando regresas, ya no perteneces aquí, porque Madrid te come por todos los lados. A mí me parecía un monstruo gigante. Yo sé que soy del Mediterráneo porque necesito levanterme y ver al bicho ese. Pero reconozco que al entrar por esa puerta madrileña todo me evoca grandes recuerdos.

23 años y 17 discos

Carlos Goñi, (Madrid, 1961) Revólver se formó en 1989 con un disco homónimo. El pasado martes nació EnJoy, grabado en un directo eléctrico en la Sala Joy Eslava. El próximo 4 de octubre actuará en la sala La Riviera.

8. La Puerta del Sol. La primera vez que vine a Madrid de promoción me quedé a dormir en un hostal de Sol con mi antiguo grupo: Garage. Soy consciente de que no podría vivir aquí pero Madrid enamora. 

9. Puerto de Navacerrada. Cuando era pequeño todos los domingos íbamos en un sidecar mi padre, mi madre, mi hermano mi abuela y yo. Los cinco. A la moto la llamábamos La Isabelita. Me acuerdo que un día mi madre le dijo a mi padre: “A ver si le pones La Isabelita a un Ferrari o una BMW.

10. Salón de Actos de la Universidad Complutense. En el año 1993 hicimos cuatro bolos en universidades, uno de ellos aquí. No esperaba gran cosa. Preparamos todo y nos fuimos a cenar a una pizzería. Al volver, todo estaba lleno. Me emociono al recordar que por primera vez en un concierto cantaban todas las canciones. Todas. Ahí me di cuenta de que algo estaba pasando con el grupo. Nació Revolver.