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Gran inicio de Hermoso de Mendoza

El rejoneador navarro cuaja una gran faena en el primer toro de la feria

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, durante la lidia de su primer toro en Bilbao.
El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, durante la lidia de su primer toro en Bilbao.LUIS TEJIDO (EFE)

Reza el dicho que las cosas no son como empiezan, sino como terminan. Esperemos que en Bilbao no se cumpla la sentencia, puesto que las Corridas Generales comenzaron de forma inmejorable. Era el primer toro de la tarde, magnífico ejemplar con el hierro de Carmen Lorenzo y de nombre Africano, al que Hermoso de Mendoza rejoneó de forma excelente. Todo un dictado de toreo a caballo. Fue una de las mejores actuaciones del navarro en su larga historia en Bilbao.

El recibo fue ejemplar, encelando al toro en la cola durante largo tiempo, sin un tirón, siempre con suavidad. Cuando salió al ruedo Disparate, un caballo llamado a hacer historia del rejoneo, Hermoso ofreció su nueva suerte: una carrera templada pasando los cuartos traseros del caballo de pitón a pitón, con instantes en los que parecía imposible que la cabalgadura pudiera escapar de los cuernos, pero fue perfecto. Tres banderillas que dejaron una alta escuela sobre el gris ruedo bilbaíno.

El listón estaba muy alto y Hermoso recurrió a Viriato para solamente poner una farpa, pero con unos alardes muy bellos, siempre con el hocico del equino rozando la testuz del morlaco. Al toro le faltó un pelín de chispa para tener algo más de emoción. Un rejón trasero con fea pero rápida muerte del animal dio pie a una fuerte petición. Quizás fuera porque le pilló frío al presidente o porque hubo hemorragia después del acero, pero el premio se quedó en una escasa oreja.

Hermoso siguió a un alto nivel en los otros dos toros que lidió. En el tercero, un animal más soso, expuso más sobre todo a lomos de Dalí con algunas cabriolas muy meritorias. En el quinto, volvió a materializar lo imposible en dos largas carreras sobre Disparate hasta que el toro se paró, por lo que buscó el riesgo con Viriato. Y mató correcto y rápido. Por todo, hubo petición de una segunda oreja en el quinto, que si en el primero no se había concedido tampoco se podía otorgar en una faena de menor peso.

Triunfo ganadero del Capea

Dos toros de San Pelayo, 2º y 4º; dos de San Mateo, 3º y 5º, y dos de Carmen Lorenzo, 1º y 6º, todos propiedad de El Niño de la Capea, bien presentados y de buen juego, sobre todo el excelente primero. Pablo Hermoso de Mendoza: rejón trasero (oreja), rejón (saludos tras fuerte petición) y rejón (oreja). Leonardo Hernández: rejón trasero (saludos), rejón (silencio) y rejonazo (silencio).

Bilbao, 17 de agosto de 2013. Media entrada. Primera de las Corridas Generales.

Su alternante en el particular mano a mano, Leonardo Hernández, ofreció un espectáculo muy diferente, con unas faenas muy precipitadas y siempre con problemas para templar a sus enemigos. Tropiezos, pasadas en falso y una lidia muy diferente a lo que pedían los murubes del Capea.

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Lo cierto es que el buen encierro de los tres hierros del otrora matador permitió una gran tarde de Hermoso de Mendoza que mereció salir en hombros, pero tuvo la mala suerte de cuajar al primer toro de la feria y sorprender tanto al público como al presidente un tanto fríos. Sólo cabe esperar que los finales sean tan buenos como este inicio.

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