Burros sí, pero con mucho tacto

Suavidad, palmaditas y hasta cariños. Los blusas de Vitoria se han enfundado esta mañana las abarcas para participar en una tradicional carrera de burros de la festividad de Santiago que ha estado recubierta por la polémica en torno a la utilización de animales en espectáculos. La polémica ha estado muy presente durante la media hora que ha durado el acto, en el que los blusas se han cuidado de guardar las formas ante la atenta mirada de los detractores de la carrera.

En ella, para cuyo triunfo es preciso dar cuatro vueltas a la plaza de la Virgen Blanca, han predominado las palmadas a los burros para evitar, algunos con más fortuna que otros, que los animales se quedaran parados, con algún que otro blusa periódico en mano para azuzar a los pollinos. Nada de palos este año (el único, el del encargado de uno de los camiones que transportaban a los pollinos) y muchos blusas que han echado pie a tierra para tirar de sus respectivos burros.

Esa ha sido este año la tónica general de una carrera marcada por la polémica. Pancarta en mano, y con carteles amarillos en los que se podía leer "Respeto para los animales, por unas fiestas éticas", una quincena de personas han protestado, convocados por ATEA (Asociación para un Trato Ético con los Animales), en contra de la carrera.

Una quincena de personas convocadas por ATEA protestan contra la carrera y su trato hacia los asnos

El Síndico de la ciudad, Martín Gartziandia, dio la razón a ATEA hace escasas semanas y aseguró que los asnos sufren en la carrera.  Partidarios y detractores han defendido su postura sin que se produjeran incidentes más allá de los habituales reproches. No sin cierta guasa, uno de los jinetes ha portado uno de los carteles de protesta en contra de la carrera en la que él mismo estaba participando. Finalmente, un pollino llamado Tamames, de la cuadrilla Batasuna, ha logrado la victoria.

El nombre del burro ganador es el del portavoz de ATEA, Kepa Tamames. Y es que, entre los animales participantes, las cuadrillas han elegido para ellos nombres relacionados con la polémica, como el de la escritora Lucía Etxebarria, que escribió una carta al alcalde de la ciudad, Javier Maroto, para que evitara la carrera, una misiva que obtuvo el no por respuesta del regidor. Al contrario que otros años, los nombres de los animales, a menudo ligados a la actualidad, no se han dado a conocer hasta que ha finalizado la carrera.

Vitoria aprobó hace escasas semanas una nueva ordenanza de animales que pone coto a los espectáculos con animales salvajes. La capital vasca no contará este año con animales en el circo en cumplimiento de esta ordenanza. La feria taurina y la carrera de burros se han mantenido porque estos animales no entran en las restricciones.