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El Rey: “En estos momentos todos los españoles estamos unidos”

Rajoy decreta tres días de luto nacional y Feijóo ordena siete días en Galicia El Monarca habló de la necesidad de “esclarecer” la desgracia

Foto: atlas | Vídeo: ATLAS / CRISTÓBAL MANUEL
Natalia Junquera

Los Reyes; el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el coordinador general de IU, Cayo Lara, es decir, ideologías y siglas enfrentadas, aparcaron ayer la tensión de las últimas semanas para coincidir en un lugar, Santiago, y en un fin: apoyar a las víctimas de la tragedia de la mayor tragedia ferroviaria de los últimos 40 años en una jornada que en el calendario marcaba la gran fiesta de Galicia, pero que nadie tuvo ganas de celebrar.

“En este momento todos los españoles estamos unidos”, señaló el Rey en el Hospital Clínico de la ciudad tras visitar, junto a la Reina, de riguroso negro, a los heridos más graves en la UCI y preguntar al equipo médico por su evolución. “Estamos con todas las víctimas y con las familias y los amigos de las víctimas”, añadió don Juan Carlos, quien confió en que, después de “la desgracia”, se puedan “esclarecer” las causas del siniestro.

Por la mañana, el Monarca había publicado en su página web una carta dirigida a las familias afectadas para transmitirles su “dolor y tristeza” ante lo ocurrido. “La Familia Real y el conjunto de nuestra Nación hoy tiene depositada toda su emoción en el corazón de la querida tierra gallega”, decía el texto.

También Rubalcaba y Cayo Lara visitaron a los heridos

Rajoy decretó ayer tres días de luto nacional por la tragedia tras visitar durante unos 20 minutos, acompañado por el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo; la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el alcalde de Santiago el lugar del siniestro. En la zona cero, evacuados ya los fallecidos y heridos, todavía quedaban a primera hora de la mañana las maletas que sus dueños nunca deshicieron.

“Hemos sufrido un accidente terrible, dramático, que me temo va a permanecer mucho tiempo en nuestras memorias”, declaró Rajoy. “Para un santiagués como yo, es el día del Apóstol más triste de mi vida”.

El presidente del Gobierno aseguró que se intenta averiguar las causas del accidente “a la mayor celeridad posible” y por dos vías distintas: la investigación judicial y la que ha abierto la comisión de investigación de accidentes ferroviarios, dependiente de Fomento. El presidente no aceptó preguntas y rehusó pronunciarse sobre la principal hipótesis: el exceso de velocidad.

Como todas las autoridades de distinto signo que pasaron ayer por Santiago, Rajoy alabó la reacción de los vecinos —que hicieron largas colas para donar sangre e incluso sacaron de los vagones siniestrados a muchas víctimas— y de los empleados públicos: médicos, fuerzas de seguridad, que estuvieran de huelga, libranza o vacaciones, acudieron a ayudar. “Su comportamiento ha sido admirable y ejemplar”, declaró el presidente.

Rajoy también informó de que había dado “instrucciones” a Fomento para “recuperar a la mayor celeridad la normalidad del tráfico ferroviario”, aunque insistió en que la prioridad era concluir en la identificación de las víctimas mortales: “Las familias no pueden vivir en una situación de incertidumbre”.

Feijóo le escuchaba con el rostro desencajado y los ojos enrojecidos, como los de la ministra Ana Pastor. A primera hora de la mañana, el presidente gallego había decretado “el mayor luto oficial de la historia de Galicia”, siete días.

Rubalcaba, quien viajó a Santiago acompañado de la número dos de su partido, Elena Valenciano, quiso trasmitir sus “mejores deseos a quienes están luchando por su vida en los hospitales”. El líder socialista visitó también, acompañado del presidente Feijóo, la zona cero del accidente. “Es una tragedia absolutamente imposible de digerir”, declaró.

Cayo Lara también anuló su agenda para desplazarse a Santiago y entró en el hospital Clínico de la ciudad, para ver a los heridos, poco antes de que lo hicieran los Reyes. El coordinador de Izquierda Unida acompañó por la mañana a los familiares en el centro habilitado para darles información y donde eran frecuentes los gritos de dolor de quienes recibían malas noticias. “La solidaridad debe ir más allá y concretarse en hechos por las instituciones”, reclamó.

Las muestras de solidaridad llegaron también de mandatarios extranjeros, que agradecieron públicamente tanto el Rey como Rajoy.

El día, muy largo, precedido de una noche infernal para quienes no podían ponerse en contacto con su familiar, terminó por primera vez en mucho tiempo sin cruce de reproches y acusaciones entre los principales partidos. Ayer, en Santiago, ninguno se acordó de Bárcenas.

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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