Los Mossos, una policía recortada
“La seguridad pública está en la UCI”, denuncian los sindicatos, después de los tijeretazos en material, formación, personal y sueldo
Agotados pero contentos llegaron el viernes una decena de policías delante de la sede de Interior en Barcelona, en la calle de Diputación, para protestar por los recortes. Cortaron la vía sin grandes alharacas y una hora después se marcharon. Así pusieron el punto y final a una caminata de 120 kilómetros, que empezó el lunes y finalizó el viernes, desde Bàscara (Alt Empordà) hasta Barcelona. Es la segunda marcha que organizan los sindicatos SME-CCOO, SPC y SindiCAT para protestar por la merma en material, en formación, personal y salarial que sufren los Mossos d'Esquadra después de tres años en los que la tijera de podar no para.
El último episodio de recortes que indignó a los Mossos fue el anuncio, el 10 de junio, de Interior de que les retiraba los traductores de las comisarías donde hay más afluencia turística (Ciutat Vella, Plaça de Catalunya, Eixample, Aeropuerto de El Prat, Calella de Mar, Pineda, Salou-Vilaseca, Cambrils, Roses, Blanes y Lloret). El departamento quería ahorrarse 200.000 euros, pero después del revuelo mediático dio marcha atrás.
Sin embargo, hay otras situaciones que no se han restablecido, y que preocupan y dificultan el trabajo de la policía catalana. El cuerpo ha perdido en dos años 479 coches oficiales que estaban en servicio de renting y que no se renovaron, con lo que el departamento se ha ahorrado más de cuatro millones de euros. Eso supone una merma del 21% de la flota. Interior ha mantenido siempre que la disminución no afecta al servicio, pero la realidad que explican los policías es distinta.
El cuerpo ha perdido en dos años 479 coches oficiales
En comisarías como la de L’Hospitalet los agentes han tenido problemas para trasladar a un detenido porque no había disponible coche con mampara, según fuentes policiales. No es raro que tres o cuatro policías patrullen en una furgoneta, o que incluso salgan a pie porque no encuentran forma de transporte. Interior, sin embargo, anunció a los sindicatos que el renting de los vehículos que sigue en vigor se renovará, por lo que la situación al menos no se agravará.
Durante la marcha, los sindicatos mostraron también los desperfectos en el material y en las comisarías por falta de mantenimiento. En cuatro de las cinco etapas de la marcha (que duró del 1 al 5 de julio), los policías desplegaron una galería fotográfica, donde se pueden ver escombros y ratas en algunas comisarías, falta de papel higiénico o aire acondicionado en otras, y coches, sillas y cascos rotos.
Desde 2012 se han suspendido ‘sine die’ las nuevas promociones
En formación, los sindicatos han puesto el punto de mira en las prácticas de tiro. Algo tan esencial para la seguridad se está suspendiendo o anulando por falta de munición. Según una carta remitida por Interior en enero de este año al SPC, que firma el subdirector de Recursos Humanos, las prácticas se congelaban durante cinco meses a la espera de adjudicar un concurso de munición. La licitación se convocó en abril, pero quedó desierta, según consta en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC).
A esta situación, se suma la demanda histórica de los sindicatos de chalecos antibalas ligeros para los agentes, que incluso ha obtenido el apoyo parlamentario, o los recortes salariales, que afectan a los funcionarios. Además, por primera vez en la historia de la policía catalana, desde 2012 se han suspendido sine die las nuevas promociones de Mossos a la espera de la mejora económica. Un panorama tras varios años de recortes que el portavoz de SME-CC OO, Toni Castejón, resumió así el pasado viernes: “La seguridad pública está en crisis, está en la UCI”.
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