_
_
_
_

Alerta por altos niveles de ozono en la zona de Casa de Campo

El Ayuntamiento recomienda a niños, ancianos y personas con problemas respiratorios que no hagan ejercicio al aire libre Esta tarde ha superado el umbral de información, que está en 180 microgramos por metro cúbico

Elena G. Sevillano

El calor y el intenso sol que ha vivido la capital durante el día, sumados a la contaminación del tráfico, han disparado los niveles de ozono troposférico en la zona de Casa de Campo. El Ayuntamiento ha alertado de que se ha rebasado el umbral de información a la población por este contaminante, que está situado en 180 microgramos por metro cúbico. La estación de medición situada en Casa de Campo ha registrado 183 microgramos / m3 a las 18 horas, y según las previsiones "la tendencia es a mantenerse". A las 19 horas la concentración de este gas irritante de las vías respiratorias ha subido a 188 microgramos, pero ha vuelto a descender por debajo del umbral que obliga a alertar a los ciudadanos a las 20 horas.

El Ayuntamiento de Madrid ha lanzado esta tarde una recomendación en su página web para que "los grupos de población más sensibles a los posibles efectos del ozono: niños, ancianos y personas con problemas respiratorios" eviten "realizar ejercicios o cualquier otro tipo de esfuerzo físico al aire libre, especialmente en las zonas próximas a las estaciones en las que se sobrepasa el umbral de información a la población".

El Consistorio también recomienda que, para reducir los niveles de este contaminante en el ambiente, utilicen el transporte público y eviten el repostaje de combustible en las horas de mayor insolación. La recomendación oficial se mantendrá hasta la hora del cese de la superación, es decir, cuando los valores de ozono se hayan situado por debajo del umbral de información.

Se trata de la primera superación del umbral de información a la población que se produce este verano en la capital. El ozono troposférico -conocido como ozono malo, frente al bueno, el estratosférico, que hace de filtro de la radiación ultravioleta- se comporta al revés que otros contaminantes: se concentra fuera del centro de la ciudad, en lugares a los que se presupone un aire limpio. A mejor tiempo, más caluroso, más soleado y menos ventoso, más posibilidades hay de que los óxidos de nitrógeno (procedentes de la combustión de los vehículos) y los compuestos orgánicos volátiles (como el benceno) reaccionen con la radiación solar. Es al final de la tarde, cuando los rayos del Sol tienen menos intensidad, el momento en que se suelen superar los límites, puesto que la producción de ozono es acumulativa. Y sucede fuera del centro metropolitano porque allí la radiación solar no es capaz de atravesar la capa de contaminación con tanta facilidad como en cielos más limpios.

Ecologistas en Acción alertó la semana pasada de que junio ya había tenido varios días con niveles altos de ozono en la región. El día 30, por ejemplo, 18 estaciones de la red autonómica había superado el umbral de protección a la salud que determina la Organización Mundial de la Salud. Este umbral es de 100 microgramos por metro cúbico de media en ocho horas. 

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_