Dos años de retraso y 50 millones de euros para un vial 8,4 kilómetros

Un kilómetro: casi seis millones de euros. Cada uno de los 8,4 kilómetros de la nueva variante de Ortigueira le ha costado de media a las arcas públicas 5,7 millones de euros. En total, 48 millones de inversión para desviar cada año un millón de vehículos (910.000 turismos y 90.000 camiones) que ya no tendrán que atravesar la villa ortegana por la carretera general en dirección a los puertos de Celeiro y San Cibrao (Lugo).

Esta variante es el primer tramo de la VAC de la Costa Norte de Ferrol a San Cibrao que vertebrará el litoral más septentrional de A Coruña y Lugo para enlazar con la A-8 (Autovía del Cantábrico). La proyectó el último gobierno de Manuel Fraga con Alberto Núñez Feijóo al frente de la consellería de Política Territorial, la licitó el bipartito de Emilio Pérez Touriño, y este mediodía, con dos años de retraso, la inauguró Feijóo, ya en calidad de presidente de la Xunta. “Será un revulsivo para toda Ferrolterra”, aventuró.

Es uno de los 50 kilómetros de nuevas vías VAC (Vía de Alta Capacidad) que el Gobierno gallego se ha propuesto abrir este año 2013 “gracias a una política económica responsable”, presumió Feijóo, y que suponen una inversión global de 265 millones. Destacó que el objetivo es que “el 80% de los gallegos vivan a 10 minutos de una VAC”. Con tres enlaces y dos viaductos, el nuevo vial conecta la carretera de As Pontes con la localidad ortegana de Espasante y reduce el tiempo del viaje a la mitad. “Es una obra muy compleja y bien hecha”, destacó su director técnico. Lo más llamativo en un puente de 250 metros sobre el río Baleo que entierra 40 metros de pilotes en el agua para soportar la infraestructura y su tráfico y los tres millones de metros cúbicos de tierra que se han tenido que remover para una obra tan pequeña.

A Feijóo lo acompañó hoy su conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández, que adelantó la apertura “este verano”, de la variante de Oleiros y en “los próximos meses” la Vía Ártabra de A Coruña, el tramo Tui- A Garda, del Baixo Miño, y O Pino-Bora, en Pontevedra. La variante ortegana se abre pocos días antes de la avalancha de 'folkies' que cada verano llegan atraídos por los ecos gratuitos del Festival del Mundo Celta, fiesta turística de interés internacional desde el 2005 que celebra su 29 cumpleaños del 11 al 14 de julio y acostumbra a reunir a unas 80.000 personas que multiplican por 7 la población del municipio.