La secretaria general del PSM de Alcorcón supera la moción interna

El juego de alianzas que afecta al PSM arrojó el domingo en Alcorcón una sorpresa mayúscula y a una política fortalecida en su cargo justo cuando su destino parecía sentenciado. Natalia de Andrés, la secretaria general de una agrupación que se antoja vital en la lucha de poder entre socialistas y populares en la región, con Eurovegas encima del tablero, sobrevivió a una moción de censura a la que parecía condenada.

Los animadores del proceso, impulsado por el exalcalde (2003-2011), Enrique Cascallana, quien fuera el principal valedor de De Andrés hasta el punto de que esta fue su teniente de alcalde, obtuvieron un resultado sonrojante: dos votos a favor de la moción frente a 175 en contra. En lo que pareció una sucesión tranquila, De Andrés resultó elegida secretaria general local del PSM en abril de 2012 con un 74,6% de votos y el beneplácito de Cascallana.

El resultado del domingo fue el colofón de una jornada en la que el centenar de partidarios de la moción abandonaron la sesión, marcada por la tensión, cuando perdieron la votación de la mesa de la asamblea local, previa a la votación de la moción. Cascallana no acudió a la votación. En su calidad de senador —cercano al secretario general del PSM, Tomás Gómez, también es diputado autonómico— se encontraba en un viaje de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Turquía.

El pulso, iniciado a mediados de junio, se resume en el enfado de Cascallana con su exnúmero dos por desmarcarse de algunos de sus proyectos más polémicos, como el CREAA, que costó 120 millones de euros y para el que faltan otros 40 para terminar. El Tribunal de Cuentas calcula la deuda local en 612 millones en junio de 2011, cuando David Pérez (PP) relevó a Cascallana.

Al descontrol de Alcorcón, que Gómez deja de tener atado, se une el de la agrupación de Alcalá de Henares. Su secretario general, Javier Rodríguez, se enfrentó a la ejecutiva regional cuando apostó por presentar una moción para desbancar a Javier Bello (PP) de la alcaldía. Los militantes la respaldaron con el 78% de los votos emitidos. Al final, IU se desmarcó, manteniendo a los populares, con una deuda de 318 millones en 2010 según la Cámara de Cuentas.