Las dos universidades alicantinas, condenadas a entenderse tras 15 años
Los rectores admiten que la colaboración aumenta con el paso del tiempo pero rechazan fusionarse
La Universidad Miguel Hernández nació hace 15 años de espaldas a la de Alicante, de la que se segregaron por la fuerza centros y facultades. Las dos universidades vivieron años de aislamiento total, recelos y rivalidades. Pero el tiempo ha ido curando las heridas, y la relación y colaboración entre ambas instituciones académicas se ha ido normalizando e intensificando.
“Evidentemente, estamos condenadas a entendernos, y más cuando estamos tan cerca”, reconoce el actual rector de la Universidad Miguel Hernández, Jesús Tadeo Pastor. El rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, considera que las dos universidades son “independientes pero complementarias”. En estos momentos las dos universidades comparten grupos de investigación, ofertan titulaciones conjuntas y colaboran en diversas iniciativas. “En el futuro aumentará más esa colaboración, que es lógica y necesaria”, admite Pastor que tilda de “normales” estas relaciones. No obstante, el rector de Elche considera que hablar de fusiones futuras o de compartir profesorado “no tiene ningún sentido”.
Palomar tampoco quiere oír hablar de compartir docentes. “Debemos ser autónomas, porque cada universidad tiene su perfil”, asegura el rector alicantino quien reconoce que la colaboración investigadora y docente ha ido aumentando cada año, y considera que para la provincia de Alicante disponer de dos universidades es “una ventaja y una potencialidad”.
La Universidad Miguel Hernández, que este curso tiene unos 14.000 alumnos de Grados y otros 3.000 de posgrados y títulos propios, celebró este jueves su XV aniversario con la ceremonia de investidura como doctores honoris causa de Paco Torreblanca y Quique Dacosta. Un acto íntimo y estrictamente académico en el que apenas hubo referencia a esta efeméride, y fueron más las ausencias que las presencias. La máxima representación de la Generalitat fue el director general de Universidades, José Miguel Saval, y hubo una escueta representación de vicerectores.
Jesús Tadeo Pastor, en su discurso, rompió una lanza “a favor de la universidad pública”, y denunció que la actual crisis esté afectando directamente a las universidades. Y recordó que la subvención pública se ha reducido, que no se pueden convocar plazas, que el pago de la deuda histórica se vuelve a congelar y que las ayudas a la investigación sufren “recortes sin precedentes”. El rector se quejó de los “constantes ataques” que se lanzan por parte de “gente interesada en desprestigiar” la Universidad pública.
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