Detenidos siete pedófilos que acosaban a menores por Internet

Un pedófilo llevó a otros siete presuntos pedófilos más. Los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil detuvieron el pasado 5 de junio, en Cataluña, La Rioja y Galicia, a siete personas acusadas de intercambiar archivos con imágenes de menores, a los que, supuestamente, amenazaba, coaccionaban y extorsionaban.

Una veintena de personas fueron, presuntamente, víctimas de su actividad. Los detenidos les chantajeaban con difundir imágenes comprometidas, en algunos casos practicando cibersexo. Ese era el paso previo a intentar quedar con ellos, aunque no llegaron a conseguirlo, según explicó ayer el inspector de los Mossos d’Esquadra Jordi Domènech.

Tras las detenciones, que se produjeron en Vic, L’Hospitalet de Llobregat, Sant Feliu de Guíxols, Gironella, Lleida, Cangas y Alfaro, los acusados quedaron en libertad con cargos. Todos compartían archivos entre sí, según la policía. El nexo entre ellos es otro presunto pedófilo, que fue detenido en abril del año pasado y permanece en prisión preventiva. En este caso, el hombre está acusado de abusar de un menor de 14 años.

El análisis de las imágenes que tenía en su poder cuando fue arrestado, junto a los chats y contactos que mantuvo a través de las redes sociales, sirvió a los mossos para abrir una segunda investigación, que culminó con las detenciones del 5 de junio pasado.

Acceso a menores

Los arrestados tenían fácil acceso a menores. Uno de ellos ejercía de fisioterapeuta, y ya consta contra él una denuncia anterior por agresión sexual. Otro de los acusados era monitor de niños en Vic, y además se había hecho pasar por promotor musical. Convencía a los menores de que les iba a hacer un casting, con el objetivo de que se desnudasen.

Los mossos investigan en la actualidad 26 casos de groomig (adultos que engañan a menores a través de la red con el objetivo de abusar de ellos sexualmente). Según declaraciones de Domènech, recogidas por Efe, existen todo tipo de situaciones en las que se han visto involucradas las víctimas, desde enviar fotos con desnudos hasta casos en los que los archivos contienen castigos físicos, como si se tratase de sadomasoquismo. Domènech destacó el aumento de las denuncias presentadas por los padres, ya que hasta hace poco quedaban en la intimidad. Recomendó acudir siempre a la policía y aseguró que los pedófilos no suelen divulgar las imágenes.