A juicio dos pediatras por descuidar la alimentación de un recién nacido

Dos pediatras de la Clínica del Remei de Barcelona se sentarán en el banquillo de los acusados por descuidar la alimentación de un bebé recién nacido que ahora, con casi cinco años de edad, sufre graves secuelas. La juez que ha investigado el caso ve indicios suficientes de que los médicos cometieron un delito de lesiones por imprudencia profesional. La familia de la menor, Judith C., pide tres años de cárcel para cada uno y una indemnización total de 600.000 euros.

En septiembre de 2008, la madre, María Jesús R., tuvo un parto sin complicaciones en la clínica. La recién nacida, sin embargo, tuvo dificultades para tomar el pecho y mostraba unos niveles muy bajos de azúcar. Durante sus primeros cuatro días de vida, según la familia, los dos pediatras que la atendieron —Jorge C. y Felipe V., ambos imputados— no prestaron la suficiente atención a la alimentación del bebé. Todo ello le causó una hipoglucemia, según ratificaron los informes forenses, que hizo que al cuarto día la pequeña sufriera un episodio de convulsiones que dificultaron el riego sanguíneo en el cerebro.

La hipoglucemia hizo que la pequeña sufriera convulsiones que dificultaron el riego sanguíneo en el cerebro

La supuesta negligencia ha tenido unos efectos nefastos para la vida de Judith. “Ausencia de control de esfínteres, retraso, dificultades de expresión y deglución, déficit visual, epilepsias…”, recoge el auto judicial al que ha tenido acceso EL PAÍS. Según el escrito, los doctores estaban “obligados al seguimiento exhaustivo del bebé”.

Los pediatras confirmaron a la juez que el azúcar del bebé “estaba un poco bajo” y que, aunque no son especialistas en neurología, creen que las graves secuelas cerebrales “difícilmente serían compatibles” con una hipoglucemia y que esta no fue tan grave ni prolongada como para producir daños irreversibles. “Por mi experiencia y siguiendo el protocolo, un bebé alimentado con lactancia materna no recibe otro tipo de alimento”, declaró Felipe V, quien añadió que, a partir del segundo día y viendo que la niña estaba apagada, se le dio alimento extra.

Judith fue trasladada a la Clínica Quirón y después al hospital de la Vall d’Hebron. Tarde

Su tesis fue desmentida, sin embargo, por dos peritos. Un especialista en neurología pediátrica aseguró que las lesiones de ese tipo se asocian a “un antecedente de hipoglucemia neonatal”. Además, el perito designado por el juzgado ratificó que, “en ausencia de otras causas justificativas”, las convulsiones que sufrió Judith fueron consecuencia de la deficiente alimentación de los primeros días, como sostiene la querella presentada por la abogada Susana Sánchez.

La investigación ha durado más de tres años. Los padres de Judith dicen sentirse “impotentes” y lamentan que un error médico haya tenido este impacto en su hija. “No se cogía bien al pecho, pero los médicos decían que ya comería. Luego, dijeron que tenía hipoglucemia, pero que no nos preocupáramos”, recuerda la madre. Tras las convulsiones, Judith fue trasladada a la Clínica Quirón y después al hospital de la Vall d’Hebron. Tarde.