La crisis anida en el hotel más lujoso

El gran lujo tampoco escapa de los efectos de la recesión. La decisión del príncipe saudita Turki ben Naser, propietario del hotel Juan Carlos I, de retirar la gestión del establecimiento al Grupo Husa, propiedad de la familia Gaspart, ha puesto en alerta a los trabajadores. La cadena hotelera ha retrasado reiteradamente el pago de los salarios por las dificultades económicas que atraviesa, por lo que el comité se ha fijado como objetivo asegurarse el pago de las nóminas y evitar posibles despidos. Por eso, y en palabras del secretario del comité de empresa del hotel, Fernando Gato (UGT), los trabajadores están dispuestos a demandar a Husa ante el Tribunal Laboral de Cataluña, que en un plazo máximo de cinco días debería atender la solicitud.

La plantilla también pretende que el Departamento de Trabajo pueda mediar entre las partes interesadas para asegurar los cerca de 500 puestos de trabajo que con la entrada de la nueva compañía —todo apunta a que podría ser Intercontinental— no estarían asegurados. El caso ha sido puesto en conocimiento incluso de la Casa Real española por los empleados del hotel, con la esperanza de que también interceda a favor de los trabajadores.

Los 500 trabajadores piden a la Generalitat que medie en el conflicto

La compañía que lidera Joan Gaspart, presidente también de Turismo de Barcelona, gestiona el hotel de gran lujo desde enero de 2007, cuando llegó a un acuerdo con el dueño para hacerse cargo de la gestión por más de 18 años. El hotel cuenta con unos 500 trabajadores entre empleados directos de la compañía hotelera y de la filial del grupo, Prats Fatjó, dedicada al negocio del catering.

El comité de empresa ha asegurado que la compañía siempre ha respetado los puestos de trabajo desde el inicio de la crisis, pero también admite que son continuos los retrasos para cobrar la nóminas desde 2009. Ahora, ante la posible salida del grupo hotelero de la gestión, han decidido tomar medidas para evitar un posible impago si Husa deja de gestionar el hotel en septiembre.

En estos momentos, la compañía dirigida por Joan Gaspart negocia con el propietario del hotel, el príncipe saudita Turki ben Naser, miembro de la familia real de Arabia Saudí, la rescisión del contrato del hotel y del Palacio de Congresos de Cataluña, adyacente al establecimiento hotelero. Fuentes de la compañía aseguraron que el ánimo de la empresa es que el resultado de las negociaciones sea “satisfactorio” para todas las partes, aunque no han querido comentar nada al respecto del cobro de las nóminas en caso de que abandonen la gestión del hotel.

El dueño del establecimiento es el aristócrata Turki ben Naser

Los problemas financieros de Husa vienen de lejos y no han mejorado pese a que en enero pasado el grupo logró cerrar la refinanciación del 80% de su deuda bancaria, un total de 42 millones de euros que supusieron un auténtico balón de oxígeno para la compañía, atragantada por los compromisos de pago con proveedores y los bancos acreedores. Gracias al acuerdo, Husa se ha librado de tener que pagar 9,8 millones de euros en concepto de amortización de deuda y de intereses hasta junio de 2014. No obstante, los impagos a la plantilla se han mantenido desde enero.

Pese a la buena marcha de la llegada de turistas entranjeros a España, el negocio de Husa ha padecido el desplome del mercado interior. Su gran capilarización en España ha acabado lastrando sus cuentas, lo que ha provocado que haya iniciado un proceso de desinversiones hoteleras. La primera operación, en ese sentido, fue abandonar la gestión del hotel Real de Santander, un cinco estrellas gran lujo. Ahora, está en juego otro hotel de idéntica categoría.