Detenido un joven por la muerte de la menor hallada en la Mar Bella
El arrestado y la víctima, Ana Castro, eran amigos cercanos
A Ana Castro, de 15 años, la mataron, según apuntan todos los indicios que han recogido hasta ahora los investigadores. Los Mossos d’Esquadra detuvieron ayer a G. C., un amigo de la víctima, acusado de su muerte. El joven fue oficialmente el último en verla con vida. Según explicó él mismo a sus familiares, la noche de su desaparición la acompañó hasta la estación de metro de Virrei, muy cerca de su casa, y luego, según su versión, se separó de ella. Aseguró que él continuó en metro hasta la Feria de Abril, que se celebra en la explanada del Fórum, y que ella le dijo que se iba a su casa. El cadáver de Ana apareció en un espigón de la playa barcelonesa de la Mar Bella, 10 días después, a escasos mil metros de la Feria.
Los Mossos sostienen que el joven la mató. Según la autopsia, Ana, que no sabía nadar, murió ahogada. Debido a la profundidad y la forma del cuerpo cuando fue hallado, los investigadores afirman que la menor no murió sola al caerse, sino que la mataron. Pero el detenido niega las acusaciones. Está previsto que G. C. pase hoy a disposición judicial.
Los mossos detuvieron al acusado a las once de la mañana de ayer, y posteriormente se trasladaron a su casa, que registraron, según fuentes judiciales. A las seis de la tarde, dirigidos por el titular del juzgado de instrucción 27 de Barcelona, Xavier Paulí, realizaron una reconstrucción de los hechos en la playa de la Mar Bella, en el lugar donde apareció la víctima.
El cadáver de la menor se encontró encajado en uno de los espigones de la playa. El cuerpo estaba entre las rocas, en muy mal estado, debido al efecto del mar. Inicialmente, la joven estaba tan deteriorada que los agentes no pudieron determinar si el cadáver pertenecía a un hombre o a una mujer. Además, la menor presentaba un fortísimo golpe en la cabeza.
Durante diez días, la familia de Ana Castro buscó a la joven con la esperanza de que estuviese viva. Difundieron su imagen, acudieron a programas de televisión, a agencias de noticias, y usaron las redes sociales para hacerse eco de su desaparición. Anita, como la conocen sus allegados, salió de casa la noche del sábado 27 de abril a la fiesta de cumpleaños de su amiga Brenda, que además se celebraba muy cerca de su casa, junto a la estación de metro de Vilapicina, según relató a este diario el hermano de la menor, Jesús. Anita tenía permiso para quedarse hasta las once de la noche en la fiesta. A las once y media llamó a su madre, y le dijo que estaba ya de camino. A partir de ese momento, se le perdió el rastro.
La joven, de origen ecuatoriano, se trasladó a España hace una década. La menor tenía un amplio grupo de amigos, y estudiaba en el instituto Aloma. Tanto ella como el ahora detenido frecuentaba la iglesia protestante Cosecha Mundial. El que era su amigo, y la última persona que la vio con vida, es ahora el principal sospechoso de haberla matado.
La menor de 15 años Ana Castro, en una imagen facilitada por la familia.
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